• CAP 24 •

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JK.

Kim Taehyung estaba a salvo.

El omega se lanzó al cuello de su alfa llorando desesperadamente, esa satisfacción de volver a tocarlo y volver a tenerlo cerca de él era increíble.

El omega acariciaba el pelo de su pareja suavemente, ante todo recordaba que estaba herido y necesitaba tener mucho cuidado.

- Tae, me alegro tanto de que estés bien. - Sonrió.

- Koo...Te he extrañado demasiado. - dijo llorando.

- Se que lo has pasado muy mal, pero ya estamos a salvo. - Intentó abrazar a Taehyung pero este se negó.

- No, no te fuerces. - Dijo preocupado.

El alfa asintió y se acomodó de nuevo en la cama bajo la atenta mirada de su omega. - ¿Cómo están los demás? - dijo tranquilo.

- Jimin y YoonGi-hyung están bien... supongo, ellos estaban en mi casa está mañana, me a encantado verlos... - contestó mientras cruzaba sus dedos. - Pero...YoonGi-hyung tiene la cara llena de golpes y los dos sonaban muy tristes. - Dijo mientras de sentaba al borde de la camilla.

El alfa frunció el ceño y volvió a mirar a su omega, este fue a decirle algo pero fue interrumpido.

- Jungkook...

- Dime.

- ¿Que pasó, ese día? - dijo frío.

- Oh... - contestó enfadado. - Te lo contaré.

- Fui a la oficina a por tí yo solo, mi padre no paraba de llamarme y romperme psicológicamente. Estaba cansado y totalmente ido, así que salí de casa y fui a la oficina.
Todo el mundo se sorprendió al ver que yo era el hijo del jefe, algunos me miraban fijamente, era extraño...

JK.

Unos hombres me acompañaron a la oficina de majestuoso señor Jeon, los hombres se quedaron en el ascensor y yo seguí caminando solo por ese gran pasillo. Mientras iba caminando note un olor, un olor que reconocería incluso si no tuviera nariz.

OMEGA.

Taehyung estaba cerca, pero obviamente sabía que no iba a ser tan fácil, por cada paso que daba el olor de Tae era más y más fuerte.

Me encontraba delante de la puerta de la oficina, tragué saliva y miré para atrás, volví a mirar la puerta y gruñí. Estaba de los nervios.

Empujé la puerta con fuerza y mi lobo se preparó para lo peor que podía pasar, la luz del sol atacó mis sensibles ojos por unos segundos y ahí estaba. Mi querido omega estaba tirado en el suelo atado a una silla. Mi lobo meneó la cola y me acerqué corriendo a por el.

Sus preciosas muñecas estaban rojas con un toque de morado, tenía pulso, estaba inconsciente. Sonreí tontamente, estaba tocando a Taehyung después de tanto tiempo, soy tan feliz. Pero en cuanto empecé a desatarlo escuché como cargaban una pistola en mi nuca.

Me tensé, fui estúpido, me dejé llevar por mi instinto y no pensé en las consecuencias. Empecé a sudar, estaba nervioso, si ese gilipollas apretaba el gatillo, estaba muerto.

- Levántate, hijo. - Dijo con su asquerosa boca. - Aléjate de mi propiedad. - Espera, espera ¿Acaba de llamar "PrOpIeDaD" a Taehyung? Esta muerto. - dije para mi mismo.

- ¿Me has escuchado? Aléjate del omega, o si no- - Lo interrumpí.

- ¿Me matarás al igual que mamá? - Dije mirándolo fijamente de reojo.

𝙢𝙞 𝙤𝙢𝙚𝙜𝙖Where stories live. Discover now