página #113 (Noche de martes)

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Buenas noches, querido diario de toda mi vida, con presente fidelidad vuelvo a estar aquí bajo la tenue luz de mi confortable habitación y el vacío de tu lizo papel que lentamente el tiempo lo ha de convertir en parte de mis memorias del ayer, como lo serán igual mis experiencias del mañana que estarán escritas en el prospero futuro a vivir.
Mi familia vive la vida de la mejor forma que se puedan permitir gracias a la felicidad; lo que en efecto, eso hace que se sientan muy bien y llenos de vida para apoyarme en todo, alentar mis ideales, como igualmente otorgarme su sabiduría de cada día en el mejor momento.

Al comienzo de la mañana, cuando llegué a la escuela, fui recibido con la calida bienvenida de nuestra atenta profesora, y los alentadores saludos de los pocos presentes; entre ellos estaba la silenciosa Catti junto a su inseparable teléfono, (una ironía a la odisea de ayer), Berdly con su elocuente sonrisa radiante que me regalaba, y el pequeño Lancer con una triste mirada resignada a tan solo apoyar su frente contra la mesa con lengua suelta. Berdly le daba palmadas en la espalda a modo de consuelo, lo que sin tener idea de lo que realmente sucedía, en ese instante llegó _____ para darme sus tiernos saludos y obsequiarme toda su atención hasta que las clases dieran partida.
El receso llegó, y con eso también lo hicieron los temas en torno a Lancer sobre ¿qué le sucedía?
Sin mayores dificultades él mismo dio a conocer el origen de su problema a la pandilla divertida, explicando con molestia que desde hace muchísimo tiempo desea adquirir un popular videojuego de peleas llamado: "Súper Smashing Fighters" el cual terminé por aprenderme el dichoso nombre por su asidua mención; no obstante, su estricto Padre no cree que sea algo necesario para su aprendizaje, por lo que se niega de brazos cruzados en comprar el juego codiciado a su pequeño hijo.

El recreo acabó, las clases continuaron como tal, y tiempo más tarde el timbre de despacho sonó, marcando simbólicamente un antes y un después para el futuro de los impacientes que nunca serán capaces de esperar a perder un segundo en la vida, a las palabras finales de una amable profesora...
Con el tibio tacto de una tersa mano rosa pálida, piropos dulces como la miel e igual de coquetos, y uno que otro beso que se me fue robado con pericia, el camino a casa concluyó juntó a _____ hasta estar juntos el siguiente día.

Mis risitas se hacen notar a los recuerdos de aquellos besitos robados que disfruté con apariencia ingenua del beneficio mutuo, querido diario mío; por otro lado, recuerdo sobre lo de Lancer, y siendo un buen amigo nuestro, deseo que su Padre comprenda la simpleza de esa alegría material que siente su hijo, para que aquel juego le sea dado a su sencilla felicidad, y así se sienta mejor...

❤El Diario De Mi Vida❤ (Ralsei X Lector)Where stories live. Discover now