"-¡Salve Sarah Gutiérrez, hija de Adhara, la diosa de los héroes, el terror, el sufrimiento y los malaventurados"
"Salve la Diosa Adhara, diosa de los héroes, el terror, el sufrimiento y patrona de los malaventurados"
Adhara está escondía entre los...
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Dionisio hizo que la noticia de que una nueva hija de Adhara había llegado al campamento se entendiera, me había hecho ver la películas de orientación y tenía una cita con Drew Takanda para arreglar mi cabello y remodelar un poco la ropa sucia y gastada que llevaba.
Seguía un poco aturdida por ser una diosa griega, pero tenía que quedarse allí hasta cumplir los dieciséis pues a esa edad tendrá la máxima inmortalida. Los dioses habían enviado una advertencia a Dionisio pues nadie podía saber que yo era la verdadera Adhara.
Mi cabaña (o sea la mía como diosa del Olimpo) era la número trece. Estaba hecha del más puro mármol con columnas blancas del mismo material, cualquiera diría que White House me plageó. Por dentró había una estatua mía (como diosa) de tamaño humano con una corona que estaba puerta sobre ella, que había sido agregada.
La cabaña estaba perfectamente arreglada. Había catorce literas, siete a casa lado y por un segundo me pregunté cuántos hijos tenía.
Miré atentamente a una chica pelirroja perfectamente peinada mirando la pantalla de su laptop y sonriendo.
Al notar mi presencia cerró la computadora avergonzada
Mi hija es más grande que yo...
—Soy Sarah, la nueva—Dije
Ella miró a mi lado y hacia atrás y frunció el ceño
—¿Y tus maletas?
—N-no tengo
¿Es normal que una madre tartamudee ante su hija?
—No importa, soy Selene Scott, consejera—Se presentó dándome la mano
—Una pregunta, ¿cuantos hijos tiene Adhara?
—¿En el campamento o en general?
—En general
—Vivos están algunos de la casa blanca (ya sabes, Obama, la jueza Ruth)—Tragué saliva en seco, ¿tenía hijos en el gobierno?—Famosos, pufff. De los más conocidos, Talía, Jennifer López, Shakira, Louis Tomlinson, Jennie de BlackPink, Vanesa Romero (la actriz española) Angelique Boyer...
Me dió una terrible arcada, me sentí muy mareada. ¿Tenía hijos famosos?
Me senté en una silla mientras ella seguro enumerados gente famosa, gente del gobierno de otros países y actores que ganan más de lo que yo robaba al año.
—¡Oh por Zeus!—Gritó agitada mientras iba a ver.
Me quitó la blusa porque pensaba que me estaba ahogando
—Agua...—Dije
Ella usó el poder no-se-cuál y atrajo hasta su mano un pomo de agua fría y me dió.
