Lucifer - Secretos familiares ✔️

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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Lucifer

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Capítulo 6

Uriel miró a la mujer a la que, por desgracia, llamaba madre con tanto odio como temor. Sería estúpido si no le temiera al menos un poco. Sabía exactamente lo que podía hacerle porque ya lo había hecho todo. Sin embargo, esta vez no se quedaría de brazos cruzados. Ya no era como antes. Lucharía, aunque supiera que perdería.

"¿No te alegras de verme, hijo?", preguntó Charlotte mientras daba un paso hacia su hijo.

Por mucho que estuvo tentado de hacerlo, Uriel no retrocedió cuando su madre avanzó hacia él. Esta vez no se acobardaría ante ella. No le suplicaría que no le hiciera daño ni huiría. No volvería a darse la satisfacción de hacer nada de eso.

"Me has estado buscando, ¿verdad?" preguntó Charlotte.

"Para aniquilarte", dijo Uriel con odio.

Charlotte se llevó la mano al pecho fingiendo dolor. "Oh, hijo, eso que dices de tu madre es horrible. Me has roto el corazón".

"Tendrías que tener uno. ¿Te vas a quedar ahí todo el día o vamos a seguir con esto?". Preguntó Uriel.

"Qué atrevimiento. Casi se diría que eres fuerte. Pero tú y yo sabemos que no es así, ¿no? Sabemos cómo te gusta acobardarte en un rincón cuando sabes que te has ganado un castigo. Incluso ahora, mientras tratas de ocultarlo, puedo sentir tu miedo. Deberías tener miedo. Hiciste que me enviaran al infierno", dijo Charlotte. En un instante estaba frente a él y lo tenía agarrado por el cuello. Ella lo levantó del suelo y lo envió contra la pared.

Uriel se levantó un momento después. "Sí, y el recuerdo de contarle a papá cómo intentaste destruir sus creaciones más recientes, sabiendo que te haría sufrir, siempre será el más agradable para mí.

"¿De verdad? Veremos cómo te sientes cuando hayamos terminado, siempre que sigas vivo", dijo Charlotte con sadismo.

"¡Hazlo, perra!" dijo Uriel con odio.

Antes de que Charlotte pudiera responder a la burla de su hijo, otra voz llenó la habitación.

"¡Mamá, Uriel!"

Ambos se giraron para ver a Amenadiel junto a la puerta principal.

"Hijo, ¿qué haces aquí?" preguntó Charlotte.

"Estaba buscando a Uriel. Sabía que Lucifer tenía un lugar aquí arriba. Pensé que podría estar aquí", dijo Amenadiel.

"Amenadiel, vete", dijo Uriel. Amenadiel no tenía poderes en este momento. Tenía incluso menos posibilidades que Uriel de vencer a su madre. Aunque Uriel no era muy amigo de su hermano mayor, no quería verlo sometido a la ira de su madre.

"Deberías hacerle caso", convino Charlotte. No quería lastimar a Amenadiel. Aunque no lo amaba exactamente, le tenía más cariño que a los demás. No deseaba hacerle daño. Pero eso no significaba que no lo haría si él la obligaba.