1. Parte 1.

2K 81 16
                                    

— Oye...

— Dime...

— ¿Y ahora qué piensas hacer con tu vida?

— Pues la verdad no tengo una idea concisa. Sabes que este mes ha sido una de las pocas veces que me sentido "libre", mis padres me han tenido como en una especie de "jaula" y cuando he estado contigo... se sentía tan bien...

No sabía qué decir al respecto, aquel nudo en la garganta se había formado desde la mañana.

— Sabes que yo quisiera que tengas un futuro sin dolor, que conozcas el amor de alguien que piense en ti cada maldito día de su vida. Claro, has esto cuando te sientas preparada, je.

Cuando toqué la parte del "amor" solo di hincapié a que se formara otro nudo en mi garganta.

¿Qué significará eso?

— Alli, valórate en estos años, estudia lo que quieras o trabaja, si quieres, pero todo pensando en ti...

— Sí que te preocupas por mí, incluso cuando estoy a punto de irme.

— Pues... siempre me voy a preocupar por ti.

— ¿Y eso, tarado? ¿Por qué dices todo eso ahora? Solo me harás llorar, sabes...

Bajó la mirada suavemente y coloqué mi mano sobre la suya.

— Allison, te...

— ¿Disculpe, joven? Ya llegamos a su destino.

Mencionó el taxista informando que era la hora de despedirse: llegamos al aeropuerto.

— Esta bien, gracias.

— Marco, ¿tú qué...?

— Te quiero, tonta. No olvides lo que hablamos.

UN AÑO Y MEDIO DESPUÉS.

— Tengo mucho que contarte, Allison.

— ¿Enserio? Yo también. ¿Cómo has estado? Discúlpame por no hablar tanto, a lo mucho unas cuantas veces en este tiempo, las cosas fueron... pues...

— Sí, no te preocupes, también tuve las cosas saturadas con la prepa, con el trabajo.

— ¿Ya estás trabajando? Felicidades por eso.

— Gracias, monse. ¿Y tú también trabajas? ¿Cómo ha sido este tiempo?

— Pues quizás un tanto complicado en la familia: mis padres últimamente están muy ocupados con no sé qué mierda. A veces me aburro de estar sola y salgo con algunas personas.

— Oh, ya veo, ¿has estado conociéndote con chicos?

— De hecho lo único que termino sacando es sexo. O bueno, terminaba.

— ¿Terminabas?

— Pues sí, eso era lo que te quería contar. Hace unos meses que tengo pareja estable y te quería contar una cosita.

— ¿Una cosa? No me asustes...

— ¿Asustarte? No sé por qué lo haría pero te lo diré: tengo casi un mes de embarazo.

¿Qu-Qué? ¿Co-Como fue que ella?...

Un profundo dolor se incrustó a la altura de mi pecho. Parecía una lanza arrojada desde donde ella se encontraba.

— ¿E-Embarazada? ¿Pero cómo es que...? ¿Fue acaso un error?

— ¿Qué? No, tarado. Yo quería tenerlo.

De verdad, te amo...  (Segunda parte de "PRIMOS...")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora