De verdad, te amo... (Segunda parte de "PRIMOS...")

11. Parte 1.

Allison's P.O.W

Aurora dormía bastante tranquila. La he estado mirando ya por varios minutos. Es tarde pero no puedo conciliar el sueño.

Pensé mucho en esa última llamada, sé que no me porté de la mejor manera. A veces no logro pensar con claridad y soy muy impulsiva. Quisiera haber sido más amable con él.

Aquellos pensamientos que rodeaban mi mente fueron interrumpidos por el vibrar del móvil. Al tomarlo y leer el nombre en la pantalla, mi respiración se detuvo por milisegundos. Me levanté de la cama y respondí sobre el umbral de la puerta.

— Hey, hola, idiota. ¿Sabes algo? Creo que las cosas no quedaron bien entre ambos. La verdad es que...

— ¿Allison? Soy Natt.

— ¿¡N-Natt!? ¿Por qué tienes el teléfono de Marco? ¿Él está bien?

— Sí lo está, bueno, dentro de lo que se puede estar después de mucho alcohol.

— ¿Está...

— Cuando lo vimos inmediatamente pensé en llevarlo a su casa pero no creo que su mamá lo quiera ver así.

— Hiciste bien, conozco a mi tía y no le gustará nada.

— Tomé su teléfono y te llamé porque fuiste la última persona con la que él habló.

— ¿Dónde están?

— Muy cerca de ti, idiota.

Logré escuchar la voz de Marco un tanto alejada, descuidada y temblorosa; además de que portaba de un aire de extroversión.

— ¡Cállate, estoy hablando!

No pude disimular la pequeña risa que me provocó escuchar esa escena.

— ¿Realmente están cerca, Natt?

Al confirmármelo solo se me ocurrió una solución.

— Tráiganlo aquí, por favor.

Después de indicarles la dirección, desperté a mi mamá y le pedí que tomara mi lugar junto a Aurora por esta noche. No le conté los detalles pero estoy seguro que de alguna manera lo tendré que hacer.

Eres realmente un idiota, Marco.

Al ver las luces de un automóvil me dirigí a la entrada de la casa y abrí la puerta. La primera en bajar fue una chica de cabello color negro y algunas pecas en el rostro. Llegué a dudar que ese podría ser el taxi, pero después de la chica logré ver bajar al idiota. Al final, también vi a Natt bajar del vehículo.

Él caminaba torpemente y se mantenía abrazado a Natt.

— Cuánto tiempo, Allison.

— Me da mucho gusto verte también. No has cambiado nada, Natt.

—No sabía que habías vuelto. Este tonto no me dijo nada.

Marco solo se limitaba a procurar no conectar su mirada con la mía.

— Ella es Lu, por cierto.

— ¿Lu? Oh, vaya, él si me contó sobre ti. Qué lindo es poder conocerte. Soy Allison, aunque tal vez ya lo sepas.

— Sí, un placer, Allison.

Ambas nos dimos la mano y un beso en la mejilla.

— Vaya, así que sí le contaste sobre ella.

— P-Puede ser.

Esas fueron las primeras palabras que dijo.

— ¿Para eso querías ir?