Capitulo 11

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—Shikamaru esto es una locura.—hablaba en voz baja la peliazulada desde su celular mientras salía por la venta de la habitación con cuidado.

—Confia en mí, estoy aquí abajo por si ocurre algo te atrapado —bromeo mientras tanto Hinata se ponía aún más nerviosa.—guarda tu celular. Estaré aquí al pie para cuándo llegues al siguiente paso  que es brincar al tronco del árbol y tomarte.

Y así fue Hinata estiró todo lo que pudo su delgado cuerpo hasta llegar a la rama. Con bastante cuidado y silenciosa llego al extremo cuando bajo la pierna. Shikamaru la tomo de la cintura y la bajo para abrazarla fuerte.

—me hiciste tanta falta chica problemática 

—y tu a mi —beso los labios al terminar la última oración mientras el pelinegro trataba de llevar el ritmo de la mujer.

—Vamos al auto —ambos corrieron hasta la siguiente calle donde se encontraba el automóvil. Al llegar se subieron en la parte trasera del auto.
Mientras el hombre recostaba a la mujer en el asiento.
Aquella rodeaba la nuca del hombre mientras el seguía besando a su novia en un apasionado beso. —¿Quieres hacerlo aquí?

—Cuando ha importado el lugar —mordio el labio del Nara mientras aquel seguía acariciando cada parte de la ojiperla.

. . .

— Ya casi tengo que subir a la habitación Shikamaru—la peliazulada se acurrucaba aún lado del Nara mientras aquel la cubría con si chaqueta.

—quisiera que no se acabará nunca esto—suspiro.

—ni a mi, pero si se dan cuenta que no estoy en la casa me van a matar. ¿Qué hora es?

—esta bien. —se estiró el hombre mientras Hinata salía del auto.—son las 4:30 de la mañana.

—¿Me acompañas?

—Toda la vida.

Ambos rieron y bajaron del auto para caminar hasta la casa Uchiha.
Al llegar beso sus labios del Nara con un beso dulce.

—Nos vemos, envíame mensaje cuando llegues.

—Claro. Con cuidado.—Shikamaru cargaba de las piernas a su pequeña novia hasta que vio trepar el último tronco hasta su ventana al perderla de la vista siguió su camino hasta llegar al auto.

. . .

Hinata simplemente tomo unas pantis limpias, las coloco y puso su pijama nuevamente. Aquella miraba sus notificaciones vacías. Escribio el último mensaje de texto a su novio y se durmió completamente.

Mientras por otro lado el Uchiha dejo sobre la mesa de centro de aquella sala su portátil. Hace tiempo que el sufría de insomnio.
Había visto salir a la ojiperla, la dejo pero el día siguiente hablaría con ella. No quería dar un espectáculo a los vecinos aún que se encontrarán lejanos de su hogar.
Escucho como una ventana se cerraba ya sabía de quién se trataba solo negó con la cabeza mientras con las yemas de sus dedos tocaba el puente de su nariz.

—Ay Hinata —mormuro solo para él y siguió trabajando.

. . .

Había amanecido con tranquilidad mientras la ojiperla acostumbraba a sus ojos a la luz del día.
Logro escuchar desde abajo el ruido de los sartenes.

Al levantar su cuerpo coloco sus pantuflas cercanas y bajo.

—Buenos días —saludo la joven a una atareada mujer.

—¡Hinata! Buen día ¿Cómo dormiste? —contesto mientras se movía de un lado a otro.

—Muy bien gracias...ettto ¿Quiere que le ayude Sakura-chan?

—No Hinata muchas gracias. Mejor siéntate en lo que terminó—volteo y le dio una dulce sonrisa.

La joven se sentó mirando todo en silencio a solo por los sartenes en aquella cocina.

—¿y el señor Uchiha?

—fue por unos papeles no tardará en llegar.

—Entiendo —sonrio para la mujer y comenzó con su desayuno. La pelirosa dejo aquel plato con arroz y verduras cocidas. —¿Usted piensa desayunar también Sakura-chan?

—No Hina, ya he tomado un té y frutas.

—e-es muy poco —junto sus cejas confundida y le miro.

—No suelo desayunar mucho. Me he cuidado demasiado. Ya no soy una jovencita para bajar rápido de peso. Además no todas tenemos un cuerpo tan lindo como el tuyo Hina—le sonrió

—Pero usted también es joven y tiene muy lindo cuerpo —se sonrojó la joven mientras la oji-jade le parecía un lindo gesto.

—Gracias Hinata eres una muchacha muy tierna.

.  . .

Una joven de cabello azulado, entraba a la habitación de aquella pareja de casados, observando un pequeño portaretrato donde están la anterior pareja sonrientes vistiendo igual mientras veían a la cámara .
La observó detenidamente, la dejo en su lugar luego entre aquel cuarto de baño.

Comenzó a sacar su pijama junto con su ropa interior para luego abrir el grifo de la regadera. Esperando que saliera el agua caliente. Cuando el agua salió ella entro a la ducha haciendo erizar su piel al toque del agua cuando comenzaba a tallar su delicado cuerpo escucho hablar.

—¿Hinata?—escucho la dulce voz de la mujer oji-jade hablándole del otro lado de la puerta.

—¿Si?—contesto.

—Ahora vuelvo. Iré a comprar unas cosas que me faltaron para la comida, no importa si te quedas sola unos minutos?

—No te preocupes Sakura-chan, vaya con cuidado.

—Gracias Hinata ahora vuelvo.

Hinata escuchaba como los tacones de la mujer uchiha se dejaban de escuchar, se había quedado sola.

Sin más que hacer siguió con su dinero ducha, limpiaba desde sus piernas a su zona íntima, donde pequeñas caricias en su punto débil mordió su labio  ahogando un pequeño gemido.

Luego con su otro brazo tallaba su cuello hasta sus grandes pechos. El agua tibia comenzaba a caer sobre su cabello largo azulado. Su mano seguía acariciando su vagina que ya se encontraba mojada ni siquiera sabía que era ya sea por el agua o por sus fluidos aquella gemia un poco más fuerte mientras su mano seguía moviéndose más rápido y la otra apretando con fuerza su pecho jugando con sus erectos pezones.

Sus mejillas sonrojadas y ella apoyando su cuerpo en sus temblorosas piernas abiertas dándose placer a ella misma. Por qué así era se había vuelto casi una ninfómana.

Cuando ella seguía dando la espalda a la puerta sentía como alguien la abrazaba por la espalda mientras apretaba uno de su senos y quitaba la mano de su parte íntima.

—¿¡Ha!?

Be my daddy Where stories live. Discover now