capítulo 44

10.8K 1.2K 65
                                    

Quitando todo el estrés que le generó la lejanía de Taehyung, a quien por cierto no culpaba por tener y querer cargar con su propio lío, Jimin siente que algo está cambiando en su vida.

Y no es como si de repente tener un cajón repleto de stickers no lo hiciera feliz, o que la compañía de su alfa no le hiciera sentir el omega más afortunado del mundo. Era solo que había algo que le hacía sentir extraño.

Jimin se removió sobre la cama con el montón de mantas a sus pies y cerró los ojos, buscando la conexión con su omega pero fallando en el intento cuando la puerta de su habitación fue abierta y aún con los ojos cerrados, supo que su alfa estaba cerca.

Había algo precioso en el aroma de Jungkook que le atraía de una forma más íntima, de una que muy pocas parejas podían presumir porque para eso se tenía que ser destinado, aunque Jimin sabía que todo se derivaba del hecho de amar y ser amado. Se trataba de la protección, el amor y el soporte que recibía de su pareja cada vez que las cosas se ponían mal, como en esos momentos.

Sintió las suaves caricias en sus oreja derecha y como la mano de Jungkook se movió hacia su cabello, masajeando y manteniéndose en silencio para evitar perturbarlo. Jimin agradecía la paciencia y consideración de su alfa, porque muy pocos eran así.

Jungkook no estaba presionandolo incluso si estaba preocupado. Tampoco se encontraba culpandolo o haciendo que se sintiera ansioso y miedoso ante lo que podría ocurrir. Su alfa sólo estaba en sincronía, esperando a que él estuviese listo.

Su labio inferior se abultó ante la pesadez en sus ojitos y pronto fue envuelto en un cálido abrazo que prometía que las cosas estarían bien, que pronto todo pasaría y que no debía tener miedo, porque estaba a su lado y entonces ambos podrían con eso y con más. Pero era solo que la emoción y el miedo eran malas combinaciones para un omega suave y mimado como él y eso tenía que aceptarlo.

Tomó una bocanada del aroma de su alfa y pasó el nudo en su garganta, abriendo sus ojitos llorosos y viendo hacia su techo con los brazos de Jungkook a su alrededor y sus labios pegados a la marca que los unió para todo lo que la vida les quisiera obsequiar.

Una marca que transmitía su amor, su compañía, su necesidad, su respeto y cada cosa que les componía. Y esa misma que ahora dejaba escapar el tenue aroma a leche que caracterizaba a los omegas en cinta.

Su alfa solo dejó escapar un suspiro que le erizo la piel y él se aferró más a su abrazo, consciente y también feliz de que ahora tenía una responsabilidad que le haría madurar más rápido pero que le haría totalmente feliz y dichoso.

Tendría un cachorrito al cual querer, mimar y cuidar. Está bien, ellos podrían con todo eso.

Incluso si en esos momentos tenía un poquitito de miedo.

douceur 丼 kookmin.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon