31

11.1K 1K 148
                                    

Me sorprendo mirar esos orbes rojizos derramando lágrimas.

—Por favor creeme. —me dice Tom mientras me sostiene de mis manos.

Tom me aclaró que la carta que envío para mí, en realidad no la enviaría. Fué un accidente. Siento que su declaración es falsa, todavía me siento quebrado luego de ser ignorado y también apuñalado con palabras hirientes por una hoja de papel.

—Y-Yo... No...

—Creeme Harry. Esta vez tenía que obedecer al director Dumbledore para protegerte a tí y... —sus mejillas se sonrojan— nuestro bebé.

—Pero esa carta-

—La escribí sólo para protegerte. Aunque esas palabras sonaban estúpidas, así que, mejor opté por deshacerme de ella, pero tú lechuza la atrapó y por eso llegó a tí. Perdóname Harry.

Me es difícil seguirle sosteniendo la mirada, no puedo dejar que mí corazón se deje vencer por sus ojos. De mis labios tienen que soltar un "lárgate, no te quiero ver nunca más", ese alfa me lastimó y separarme para siempre de él sería lo mejor, sólo tengo que rechazarlo como él lo hizó conmigo.

Sin embargo, no puedo ¿Por qué?

—Quiero que te quedes junto a mí y formemos una familia. Te amo Tom. —le digo abalanzandome hacia sus brazos.

Siento también ser abrazado por Tom para luego darme cuenta que posa sus labios a los míos y besarnos tan apasionadamente hasta contener el aliento.

—..... Ejem... Siento interrumpir su facinante escena romántica, pero los miembros del ministerio mágico están aquí. —dice la profesora McGonagall.

Tom y yo nos separamos viendo que yace Hagrid caminando detrás del profesor Snape y el director Dumbledore entrando con un par de hombres más, quienes deben ser del ministerio. Me comienzo a tensar, pero ese sentimiento es interrumpido cuando siento que Tom entrelaza nuestras manos.

—Tranquilo Harry, —me dice mí alfa en bajo— Te defenderé a toda costa aunque mí vida dependa de ello.

Asiento levemente con mí cabeza.

Todos nos reunimos como sí fuese un juzgado y la batalla de argumentos no se hizó esperar. Hagrid, el director Dumbledore, la profesora Mcgonagall e incluso el profesor Snape, nos defendían contra las reglas del ministerio. Sumamente pasaron algunas horas de discusión.

—Como el señor Potter y el señor Riddle son de menor edad sin ningún familiar que les brinde apoyo, a el ministerio le pertenece su hijo y más aún sí se trata de un futuro mago con mucho mayor potencial. —dice el señor Cornelius Fudge.

—"El ministerio puede apartar al hijo de sus progenitores sí ambos son de menor edad", y es muy cierto señor Fudge, sin embargo, sí no mal recuerdo, Harry tiene un tutor que puede hacerse cargo de su futuro hijo, —explica el director Dumbledore— por lo tanto Harry puede tener al bebé y continuar estudiando en Hogwarts y en cuanto cumpla Tom mayor edad, quién por cierto le queda unos cuantos meses, podrá hacerse responsable de su hijo y más tarde Harry también, ¿O me equivoco señor Fudge?"

—Si, es cierto, pero sobre la expulsión de los muchachos no puedo dejarlo pasar así nada más.

—Es cierto. No obstante, Tom y Harry son muy buenos estudiantes que ya aprendieron de su lección y me temo que nadie, absolutamente nadie, puede controlar su instinto al celo, una vez que la pareja destinada se encuentra una con la otra.

—Si, si aunque-

—Señor Fudge, ya escuchó a el director Dumbledore. Ya tenemos suficiente. —dice el señor Kingsley Shacklebolt— En conclusión, el ministerio se alejará con la condición de que no se repita, por lo que los padres pueden quedarse con su bebé y criarlo sin ningún problema.

Los hombres del ministerio parterión de Hogwarts. Tom y yo nos alegramos de que al final nuestro bebé se pudiese quedar con nosotros. El director Dumbledore también se alegró por nosotros advirtiendonos de usar supresores o un condón mínimo.

Hagrid, la profesora Mcgonagall nos felicitaron y pidieron ser padrinos de la boda cuando Tom me pida casarme con él aunque para eso falta mucho tiempo.

—Lo único que puedo decirles es que de esta lección haya sido muy bien aprendida y no se repita. —dice el profesor Snape— Cuidense muchachos, por cierto señor Potter no olvide entregar su tarea de mañana.

—Si profesor.

El resto del día me quedé con Tom y conocernos mucho mejor como prometimos antes de las vacaciones de invierno. Descubrí que él nació de un omega macho como yo. Poco a poco nos dimos cuenta que teníamos algunas cosas en común y otras no.

Decidimos que nos quedaríamos juntos como pareja y esperar a que naciera nuestro bebé que más tarde supimos por un doctor, que no se trataba de un bebé, sino de mellizos.

Nos esperaba un duro futuro del que pronto nos enfrentaríamos.

Mí querido Alphα  | TOMARRY. OmegaverseWhere stories live. Discover now