SOULMATES | Cuando dos almas se tienen que encontrar, los mundos se juntan, la distancia se borra y deja de existir lo imposible
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golden trio era
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el prisionero de Azkaban
---> las reliquias de la muerte
Todos...
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34, LA SEGUNDA PRUEBA
Cuando Aries finalmente pudo volver a Hogwarts se sentía más segura de si misma, más feliz y con la fuerza suficiente para mandar a la mierda a todos aquellos que la molesten. Había pasado días muy lindos con su familia y también con Remus. Todos la ayudaron con los deberes que le enviaban desde el colegio y Remus le enseñó sobre algunos encantamientos que aún no habían enseñado. Sirius y Nymphadora pasaban bastante tiempo fuera de casa, pues la búsqueda de Regulus Black había comenzado de inmediato, aunque no tenían muchas pistas más que las cartas que él le envió a Aries.
—¿Cómo está ahora, señorita Black?
Aries pensó que la profesora McGonagall se había arrepentido de suspenderla por tanto tiempo cuando apareció por la chimenea del director junto a su padre.
—¡Estoy fantástica! —respondió la pelinegra, sonriendo—. Ahora puedes darme mi castigo, Minnie.
La profesora, que se había ablandado en cuanto los Black llegaron, volvió a tomar su postura rígida y severa. Sirius soltó una carcajada que intentó disimular, pero no le salió para nada.
—Profesora McGonagall, Black —corrigió la mujer, dándole una mirada también a Sirius, quién paró de reír de inmediato y aclaró su garganta—. Y creo que ya tuvo su merecido castigo. Ahora debemos ir al lago negro, la segunda prueba del torneo está por comenzar.
—¡Mier...!
Fue una suerte que Sirius estuviera allí, ya que Aries podría volver a ser castigada.
Bajaron por los pasillos del colegio y salieron a los terrenos en dirección al lago negro. Al bajar a la carrera por la explanada, vio que las mismas tribunas que habían rodeado en noviembre el cercado de los dragones estaban ahora dispuestas a lo largo de una de las orillas del lago. Las gradas, llenas a rebosar, se reflejaban en el agua. El eco de la algarabía de la emocionada multitud se propagaba de forma extraña por la superficie del agua y llegaba hasta la orilla. Las tribunas ya estaban casi llenas y el tribunal, puesto sobre la orilla, ya estaba también allí. Cedric, Fleur y Viktor estaban junto la tribunal, esperando junto a Bagman y Percy Weasley.
