SOULMATES | Cuando dos almas se tienen que encontrar, los mundos se juntan, la distancia se borra y deja de existir lo imposible
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golden trio era
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el prisionero de Azkaban
---> las reliquias de la muerte
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75, ABUELOS
Aries no salió de los límites del jardín de La Madriguera durante varias semanas. Pasaba gran parte del día jugando al quidditch, tres contra tres, en el huerto de árboles frutales de los Weasley (Hermione, Harry y Aries contra Ron, Doey Ginny; Hermione era malísima, Doe podía defenderse y Ginny bastante buena, así que los dos equipos quedaban razonablemente igualados). Y gran parte de la noche la dedicaba a repetir tres veces de todo lo que la señora Weasley le servía en el plato.
Habrían sido unas felices y tranquilas vacaciones de no ser por las historias de desapariciones, extraños accidentes e incluso muertes que aparecían casi a diario en El Profeta. A veces, Bill y el señor Weasley explicaban en casa las noticias antes de que éstas salieran en los periódicos.
—Se han producido otros dos ataques de dementores —anunció Remus—. Y han encontrado el cadáver de Igor Karkarov en una choza, en el norte; los asesinos dejaron la Marca Tenebrosa. La verdad es que me sorprende que Karkarov siguiera con vida un año después de haber abandonado a los mortífagos; si no recuerdo mal, Regulus, el hermano de Sirius, sólo sobrevivió unos días.
Aries se había erizado completamente al escuchar ese nombre, era la primera vez que lo escuchaba desde aquella vez en la mansión Lestrange.
—Ya —dijo Sirius arrugando el entrecejo—. ¿Qué les parece si hablamos de otra…?
—¿Te has enterado de lo de Florean Fortescue, Remus? —preguntó Bill, a quien Fleur no paraba de servir vino—. El dueño de la…
—…¿heladería del callejón Diagon? —terció Harry, Aries sintió una desagradable sensación de vacío en el estómago—. Siempre me regalaba helados. ¿Qué le ha pasado?
—Tal como ha quedado la tienda, parece que se lo han llevado.
—¿Por qué? —preguntó Ron mientras la señora Weasley fulminaba a su hijo Bill con la mirada.
—Quién sabe. Debió de hacer algo que les molestó. Florean era un buen hombre.
—Hablando del callejón Diagon —intervino James—, por lo visto el señor Ollivander también ha desaparecido.
