Capítulo 60

2.4K 339 68
                                    

- ¿Dónde están? - Volvió a preguntar Ciriaco.

Amelia y Luisita se separaron y sin decirse nada fueron donde estaban todos.

- ¡Aquí estamos! ¿Qué pasa? - Dijo Luisita con la mejor sonrisa que pudo sacar en aquel momento.

- Elisa y yo nos vamos a casar.

- ¡Vaya! ¿Y eso? - Intervino Amelia.

- Sí, me lo ha pedido él porque dice que la gente que se quiere se casan.

- Eso es lo que he visto en la tele. - Explicó Ciriaco encogiéndose de hombros. - Y queremos que nos caséis vosotras.

- ¿Nosotras? - Preguntó extrañada Luisita.

- No te preocupes, Ciriaco, que lo haremos encantadas. - Añadió Amelia. - Venga, poneos juntos. - Ordenó con una sonrisa. - Y tú, Luisita, ven aquí. - La agarró y tiró de su mano para colocarla junto a ella.

- ¿Estáis todos? - Echó un vistazo a su alrededor para asegurarse de que todos estaban presentes. - Iniciamos la ceremonia que unirá a Elisa... - Miró a los padres de la niña que no dudaron en ser partícipes en aquel supuesto juego.

- Costa, Elisa Costa. - Informó su madre.

- La ceremonia que unirá a Elisa Costa y a Ciriaco Gómez. - Retomó el discurso. - Gracias a todos por estar hoy aquí.

- ¿Puedes ir más rápido? Es que queremos jugar. - Soltó Ciriaco provocando una carcajada colectiva. Aprovechó esa intervención espontánea para cederle la palabra a Luisita con una mirada.

- Claro, Elisa ¿quieres a Ciriaco como tu compañero de juegos, pierdas o ganes? 

- Sí, quiero.

- Ciriaco ¿quieres a Elisa como tu compañera de juegos, pierdas o ganes?

- Sí, quiero.

- Por el poder que Ciriaco y Elisa nos han otorgado... - Continuo Luisita - ...os declaramos compañeros de juegos y de la vida, porque al final, la vida es eso, un juego. ¡Hala! Ya podéis iros.

- ¿Y el beso? - Preguntó Amelia divertida.

- ¡Uy! No, eso de momento no. - Dijo Elisa con desagrado. Todos rieron ante el comentario de la pequeña mientras los recién casados salían corriendo hacia la arena.

- Eso dicen ahora, luego se besarán como vosotras. - Le susurró María a Luisita sacándole los colores. 

En ese instante Amelia miró al sol para después consultar su reloj. 

- ¿Te quieres ir? - Preguntó Luisita preocupada al verla.

- No, pero si quieres llegar a casa antes de que se haga muy tarde igual nos debemos ir ya. - Ambas miraron a Ciriaco que estaba construyendo un castillo de arena junto a Elisa, se le veía contento y relajado. Elisa le calmaba.

- A ver ahora cómo se lo va a tomar. ¡Ciriaco!  - Le llamó y en cuanto dirigió la mirada hacia Luisita, ésta le hizo una señal para que se acercase. Amelia, le acarició la espalda en señal de apoyo, sabía que estaba nerviosa por el pequeño. 

- Ciriaco, nos vamos a tener que ir.- Le miró con detenimiento intentando anticipar su reacción.

- ¿Ya? - Fue lo único que dijo aunque Amelia observó cómo tensaba su mano izquierda y como con la otra pellizcaba su camiseta. Ciriaco miró a Elisa y después a María y se fue corriendo hacia ella dejando a Luisita con la palabra en la boca.

KintsugiWhere stories live. Discover now