Mi vida siempre estuvo rodeada de muerte, siempre perdí gente a mi alrededor por lo que aprendí a vivir y pelear sin corazón. No había razón para hacerlo y todo se volvió una rutina, sin sentido ni objetivo hasta que el olor de tu piel despertó algo...
La chica de cabello negro abrió los ojos, respiró profundo, intentando calmar su acelerado corazón; una vez más tranquila, se levantó lentamente de la cama y en silencio caminó a la puerta de la habitación para así salir de esta, y andar por los pasillos como alma errante.
Narra Erwin
*Suspiro cansado*- No otra vez...- susurré cansado mientras tallaba mis ojos para despertar.
Con la mirada más clara, miré el reloj y noté que era la misma hora en que hacía esto por lo que, a diferencia del resto de las noches, me levanté para poder ir a por ella.
Han pasado unas de semanas desde que aquella batalla acabó y hemos trabajado para reparar las murallas, casas y traer a la gente devuelta; todo estaba bien hasta que hace un par de semanas noté un extraño comportamiento en Amelie.
Al principio ella decía que tenía que arreglar cosas con Takato, por lo que tuve que hablar con el castaño y pedirle que arreglan sus cosas por la mañana a lo que él me contestaba que nunca iba a verlo.
No pude confrontarla y pedirle un explicación, simplemente esperé a que esto solo fuera una etapa, pero siguió repitiéndose hasta el punto en que su sueño se vio afectado al igual que su hambre.
Mostrando pequeñas ojeras y palidez en su piel durante el día mientras que en la noche sus pesadillas y sollozos entre sueños, no la dejan en paz. Sé que tiene miedo y todo esto tiene que ver con el tema de la recuperación de Hina, pero no tiene que estar sufriendo de esta manera.
Y mucho menos sola.
También sé que vuelve antes del amanecer para que yo no sospeche ni me preocupe, pero estoy cansado de verla decaída y cansada.
Esto se acaba hoy.
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Narra Amelie
Han pasado unas semanas desde que trajimos a Hina, y sí ha tenido un avance, pero no ha sido lo que esperábamos, así que he llegado a preguntarme si ella realmente seguiría viva.
Sé que no debo perder la esperanza, pero mi intriga y miedo me han hecho preguntármelo seguido. Todo está siendo demasiado lento y tortuoso para mí ya que no quiero descubrir que hemos estado preservando un cadáver.
Aquel estrés y angustia me han provocado pesadillas, en las que veo a mi hermana gritar por ayuda y morir en manos de aquel despiadado titan. Sé que son solo sueños y nada de lo que pasa en ellos es real, pero aún sabiéndolo despierto y vengo a verla.
He perdido la cuenta de cuántas veces he vendo a "hablar" con ella, aunque sé que han sido muchas, especialmente por lo regaños que me ha hecho Tora y Chunta, pero no me interesa.
Seguiré viniendo hasta que despierte.
Estuve mirando el cuerpo inerte de mi hermana, cuando sentí una mano en mi cintura, me sobresalté un poco, pero todo cambió cuando sentí el calor de su cuerpo y su voz en mi oído.
-No deberías estar aquí.- dijo suave.
-Lo sé, pero no puedo evitar hacerlo.- dije bajando un poco la miraba mientras acariciaba su mano.
-¿Por qué lo haces? No le pasará nada si no vienes a verla.- dijo sereno mientras recargaba su cabeza en la mía.
Me quedé callada un momento, sabía que no pasaría nada, pero el miedo ahí seguía y no iba a desaparecer por arte de magia.
-Sé que no pasará nada, pero tengo miedo.- dije honesta con un nudo en la garganta mientras giraba un poco mi cuerpo para así acurrucarme en su pecho.
-¿Miedo? ¿De qué?- preguntó curioso mientras me rodeaba.
-A perder a mi única familia.- dije sincera mientras escondía mi rostro.
Desde que era niña he perdido mucha gente, algunas muy cercanas a mí, y lo único que me quedó de aquello que llamé familia fueron 2 mocosas con las que trabajaba.
Así que si llegara a perder a una de ellas, yo... no sé si podría resistirlo.
Se suponía que debía cuidar de ellas y no lo estoy haciendo.
-Amelie.- me llamó suavemente.- Entiendo el miedo que tienes de quedarte sola, pero tienes que recordar que nunca más volverás a estarlo porque ahora nos tienes a todos nosotros.
Sentí la mano de Erwin rodearme y acariciar en círculos mi espalda.
-La legión, Takato, Tora, tus compañeros e incluso el idiota de Chunta.- dijo sereno haciéndome reír un poco.- Todos nosotros te amamos y estaremos contigo, además... tendremos un hijo y la familia crecerá así que no tiene de qué preocuparte.
-Pero... Hina..- iba a refutar cuando este me interrumpió.
-Hina al igual que Levi han burlado a la muerte en numerosas ocasiones, y no creo que esta vez sea diferente así que deja de preocuparte.- dijo sereno mientras besaba mi frente.- Ella despertará, solo deja que descanse, que bien merecido lo tiene.
En ese momento sentí una pequeña corriente correr por mi espalda, haciéndome sentir relajada y un poco estúpida.
-Erwin, yo...- intenté decir para disculparme con él.
-No digas nada, sabes que siempre estaré aquí para ti.- dijo juntándome más a su pecho.- Sin importar qué.
Quise mantenerme fuerte, pero ante aquel sentimiento de reconforte y la seguridad que el calor de su cuerpo me daba, no pude evitarlo y terminé aferrándome a su cuerpo, sollozando.
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-Lo siento.- susurré al sentir su camisa mojada.
-No te preocupes, desahógate el tiempo que lo necesites.- susurró mientras me apretaba más a su cuerpo.
Esa noche lloré como nunca antes, agradeciendo a la vida haber tenido la fortuna de tener a mi lado a Erwin.
****
Narra Erwin
Después de un par de horas llorando, Amelie se quedó dormida en mi pecho, como pude tomé su cuerpo y lo llevé de vuelta a nuestra habitación para poder descansar un poco más.
Me molesta un poco que ella aun no confíe en mí para desahogar sus penas y siga tragándose todo su dolor, sin embargo no me rendiré hasta que ella entienda que puede contar conmigo.
Que para eso estoy aquí, para poder protegerla de sus demonios y ayudarla a sanar para que ella sonría como siempre lo ha hecho.
Ese es el trabajo de un esposo y amante.
"Te amo hermosa, y entiende que ya no estás sola y no volverás a estarlo."
