Con olor a flores //Erwin&tu

🌻Capitulo 15🌻

Narra Amelie *un par de meses después*

Después de aquella pijada con la legión, volví a casa e hice mi rutina cotidiana, pero con la diferencia de que recibía cartas seguido de Hina, informándome sobre algunas situaciones y sobre Erwin. 

Podrá ser un poco acosador, pero realmente me siento más tranquila sabiendo sobre el estado del rubio ya que a veces suele ser tan terco que termina sobre-explotándose. 

Estaba preocupada por él, pero tenía la tranquilidad de que no estaba solo en la legión o eso pensé hasta hoy. 

Hace un par de horas, me llegó una carta de Hina, pero cuando la leí toda mi tranquilidad se fue a la basura. En ella, la albina me avisaba que Erwin había enfermado, tenía gripa y fiebre, pero que el necio no había hecho caso a nadie y seguía trabajando. 

Lo último que escribió fue un: "Necesitamos una enfermera". Aquello me pareció gracioso, pero no entendía muy bien a lo que se refería, aunque no importaba, mi comandante me necesitaba e iba a ir a verlo. 

Después de terminar mi trabajo, renté un caballo y salí en dirección al cuartel de la legión. 

Espera Erwin... ya voy.

****

En el camino, estuve pensando muchas cosas y entre ellas varios recuerdos venían a mi mente sobre todo algunos recientes que me habían hecho sentir un poco descolocada. 

Hacía un par de días había empezado a recibir ciertas cosas que me parecían extrañas; primero fueron plumas cafés blancas manchadas de sangre, después me llegó una rosa roja marchita, pero hoy fue el peor... 

Me enviaron un par de ojos pardos, se parecían a los míos. 

En el momento en que los vi, solté la caja junto con un grito, fueron cuestión de segundos para que mis manos comenzaran a temblar y mi ojos se empañaran con lágrimas. 

No entendía qué mierda era esto, pero tenía una ligera idea de quién provenían, aunque debía investigar rápido, antes de que algo llegara a sucederles porque si algo les sucediera... a cualquiera de ellos.. 

No me lo perdonaría. 

****

Después de un tiempo, llegué a la legión. Algunos cadetes me vieron y me ayudaron con el caballo, entré al lugar para así encontrarme con Hina y un chico moreno bastante algo. 

Ambos parecían estar en algo antes de que llegara, pero por la urgencia de ver al rubio, me acerqué a ellos, tomé a la albina y salimos de ahí.

-Hey, despacio niña.- dijo mientras se soltaba de mi agarre.

-Lo siento, es solo que estoy preocupada por Erwin.- dije sincera mientras me detenía y la miraba. 

-Lo sé, está muy mal, pero es por eso que te llamamos.- dijo la albina mirándome serena. 

-Entonces vamos.- dije impaciente por detenerlo.

 -Espera ya que debes ponerte tu uniforme.- dijo sonriendo con cierta burla y malicia. 

La miré en silencio sin saber a qué mierda se refería, pero antes de que pudiera mencionar otra palabra, me tomó de la muñeca y, básicamente, me jaló a una de las habitaciones cercanas. 

No sabía lo que planeaba, pero sabía que no iba a ser nada bueno para mí. 

****

No podía creer que Hina me obligara a vestirme así. Era un maldito traje de enfermera, pero no era del largo correcto sino que dejaba ver parte de mi trasero y pechos, además de que estaba un poco ajustado a mi cuerpo.