┆O35

9.9K 1K 1.1K
                                    

━PROTEGERTE━

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

PROTEGERTE

━PROTEGERTE━

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

• • •

Solté un suspiro. 

Miraba escondida entre la oscuridad aquella carreta llena de suministros recién traídos del exterior. Llevaba más de una hora observando a las personas que cuidaban que ningún ladrón robara algún suministro. 

Tomé con fuerza mi daga entre mi mano, estaba preparada para hacer mi cometido. Con sigilo caminé con la cabeza agachada hasta esconderme en unos barriles a unos metros de la carreta, pronto iban hacer el cambio de guardia ya que los mercaderes seguían hablando dentro de aquella habitación. 

Los tres hombres comenzaron a caminar pasando por el barril sin notar mi presencia. Tan pronto como el primero pasó me lance al hombre, que los seguía, golpeando su cabeza con mi rodilla. El tipo cayó al suelo alertando a los otros dos, antes de que su compañero me tomará corté su mano con la daga, al sentir el corte tomó su mano con la otra, bajando su guardia.

Salté sobre el cuerpo del tipo para dar una voltereta en el aire asentando una patada en todo su rostro, logre escuchar el sonido de su nariz romperse, pero poco me importo. Caí de cuclillas al suelo observando al último hombre frente a mí. 

──¡Tú de nuevo, bastarda! ─soltó con notable enojo. 

Intentó tomarme, me quite la capa alzándose haciendo que fuera la tela lo que tomará. Pasé por sus piernas para tirar una patada detrás de su rodilla haciendo que cayera de rodillas, corrí directo a patear su cabeza golpeando su rostro contra el suelo. 

──Hasta la próxima. ─dije colocando mi capa corriendo a la carreta tomando todo lo que mis manos pudieran. 

──Oi, ¿por qué tardan...? ¡Tú de nuevo! ─cerré mis ojos con disgusto al ver a los otros tipos salir. 

──Carajo. ─solté para comenzar a correr sintiendo sus pisadas detrás de mí. 

──¡No escaparás, maldita bastarda! 

𝐋𝐈𝐁𝐄𝐑𝐓𝐀𝐃 𝐈𝐍𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐃𝐀━━━. Levi Ackerman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora