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Me levanté con una idea y abrí los ojos para comprobar que Federico aún estaba dormido

Lo estaba, así que me levanté con cuidado y me puse el piyama que no había usado la noche anterior por obvias razones
Consistía en un short rosa bastante corto y un top del mismo color con rayas un par de tonos más claros que llegaba apenas por encima de mi ombligo, nada de otro mundo
Me metí en el baño cuidadosamente y lavé mis dientes con un cepillo que encontré por ahí, até mi pelo en un rodete desordenado ya que ni siquiera me tomé el trabajo de peinarlo y me escabullí lejos de él

Entré en la cocina y ya pude actuar libremente porque para mi cerrar la puerta del dormitorio era suficiente como para que no me escuche ¿no?
Me senté en uno de los bancos y con todas mis fuerzas intente recordar la receta de la torta que hacia bastante seguido y me salía bien, tengo que aceptar

Cuando los datos empezaron a llegar a mi mente fui abriendo las cosas que me encontraba alrededor, primero lo hice con un poco de vergüenza (no estaba bien empezar a revolver cosas de una casa que no era la mía) pero al poco tiempo esa vergüenza se convirtió en emoción al ver que todo lo que necesitaba por el momento se encontraba guardado en algún sitio

Narra Federico.

Me desperecé con cuidado de no aplastar a nadie que estuviera a mi lado pero cuando me giré Ema no estaba en ningún lado de la habitación

¿Cómo hacia para levantarse siempre antes que yo?

Me metí en el baño para darme una ducha rápida y me puse los primeros bóxers que encontré en el primer cajón del armario
Busqué mi celular en el bolsillo de mis jeans que estaban abajo de la cama (dios sabrá porque) y comprobé que tenía varias llamadas perdidas de Cristian; habrá estado preocupado y ni siquiera fui capas de avisarle donde llevaba a su hermana

Cuando me dispuse a marcar su número un fuerte ruido en la cocina de cosas cayendo me hizo dejar el celular allí y salir a toda velocidad a ver que estaba pasando

Ema estaba sentada en el piso con una colección de ollas a su alrededor

-¿Estas bien? ¿Qué paso?- le pregunté llegando a donde estaba ella para levantarla
-Quería buscar no se que cosa y ups... Se me cayó todo ¿Te desperté?- me preguntó acercándose para darme un beso de buenos días
-No, ya estaba despierto, buenos días mi amor- le dije enrollándola en mis brazos
-Buenos días- me respondió sonriente

Se separó de mi y rápidamente fue a servir algo de café a una taza

-Te hice el desayuno, sentate- me ordenó y así lo hice

Narra Ema.

Agarré la torta y la llevé al centro de la mesa, hice lo mismo con las tazas de café y me senté en frente de mi novio que miraba todo con una sonrisa

-Hacia mucho no me cocinabas- me dijo
-Ya lo sé, por eso me levanté con la idea- respondí sonriente
-Me encanta que me cocines
-Y a mi me encanta que te encante
-Me hace acordar a cuando me cocinaste en mi casa la primera vez- me dijo pensativo
-Yo también me acuerdo de eso, paso bastante ya- le dije cortando la torta
-Si, pero me seguís gustando como en ese momento- me respondió mirándome a los ojos
-Dejá de decir esas cosas que me sonrojas y comé- le dije acercándole un pedazo de torta para que se callara

De repente escuché sonar mi celular en algún lugar de la casa y me paré a buscarlo rápidamente
Lo encontré entre mi ropa y atendí

-No te voy a gritar pero decime donde estas- me dijo algo enojado mi hermano del otro lado de la línea
-Con Federico- le respondí mientras masticaba
-Ya lo sé, pero quiero saber donde- me pidió
-Eso no importa, quédate tranquilo que no salimos del país ni nada parecido

-POR AHORA- gritó Federico desde atrás

-Que graciosos, mamá esta preocupada, tendrías que venir en vez de huir y terminar de arreglar las cosas- me dijo
-¿Yo tengo que arreglar que Peter nos haya cagado a todos?- le dije con el tono de voz algo alto
-Sabés que no quiero decir eso, pero por favor terminemos todo esto- me dijo

Se notaba el cansancio en su voz

-Nos vamos a juntar en casa a la noche, vamos a cenar tranquilamente y aunque sea nosotros dos vamos a ir a enfrentar a tu padre y a toda su familia si es necesario- me dijo
-Eu eu eu, que es tu papá también
-Enserio Ema, te espero a la noche
-Como sea, chau- le dije y corté la llamada

-¿Que pasó?- me dijo Federico enrollando sus brazos en mi cintura
-Quiere que a la noche hablemos- le dije bufando
-Esta bien,te dejo allá
-No, veni conmigo- le pedí haciendo puchero
-No tengo que meterme tanto, yo voy a ir a ver a mi mamá- me respondió dejado un beso en mi mejilla
-Esta bien, terminemos de desayunar- le dije dándome vuelta
-Em.....- dijo mirando hacia otro lado

Lo aparté de mi lado y miré hacia la mesa

El plato donde anteriormente estaba la torta solo contenía algunas migajas y nisiquiera estaba la torta que me había servido para mi

Lo miré y salió corriendo como toda una persona madura (nótese el sarcasmo)

-¡¡FEDERICO!!- le grité antes de empezar a reír y correr hasta donde se había ido

No es justo. Ni siquiera había probado mi propia torta

-¡Tené en cuenta que quiero cuidar tu figura!- me dijo Federico corriendo hacia mi
-¡¡SALÍ!- le grité cuando note que me tomo en sus brazos y corrió hacia el patio

Y no reaccione, ya estaba completamente mojada por el agua de la pileta

Mi profesor particularWhere stories live. Discover now