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Narra Federico.

Abrí los ojos para mirar por la ventana ya que de ella vino tanta claridad que me costó unos segundos acostumbrar la vista.

Para variar Ema ya no estaba a mi lado, no me molesta, todavía no tengo muy en claro la clase de conversación que podríamos llegar a tener.

Me di la vuelta para quedar boca bajo en la cama y metí mis manos por debajo de la almohada para seguir durmiendo en esa posición

A los pocos minutos mi celular empezó a sonar, sin levantarme estiré el brazo a la mesita de noche y lo intenté encontrar, así lo hice y atendí sin mirar la pantalla

-¿Hola?- dije tratando de poder sonar medianamente despierto

-¿Te desperté?- me dijo mi hermana del otro lado de la línea

-Algo así, no importa ¿pasó algo?- le digo bostezando

-Quería saber como estabas y que no te olvides que hoy a la noche es el cumpleaños de mamá, no faltes- me amenazó

-Bien y no voy a faltar, relajate- le dije un poco fastidiado

Después de darme un par de indicaciones acerca de lo que tenía que ponerme como si fuera un niño pequeño le prometí nuevamente que iría y corte el teléfono.

Denise es mi hermana menor, nunca entendió eso porque me trata a mi como el menor pero siempre me gustó que se preocupe por mi, aunque en una medida normal.

Tiene 17 pero se comporta como una vieja, Ema tiene su misma edad pero hay un abismo de diferencia entre las dos

Obviamente que no me pienso levantar por el momento así que conteste un par de whatsapps de mis amigos en donde me preguntaban si hoy salíamos de nuevo y les conteste que por el momento tenía una cena familiar

Suena horrible, cena familiar. Aburrido

Me levanté a eso de las 9 de la noche, ya era hora de irme. Sólo me levanté en el día para comer algo e ir al baño.

Me puse de pie y busqué en el armario algo que ponerme; Denise piensa que me voy a poner zapatos, ya quería pobre.

Me decidí por una camisa manga larga arremangada hasta los codos violeta oscuro que se ajustaba perfectamente a mi torso y unos jeans ajustados azul claro un poco roto en la rodilla derecha y obviamente, zapatillas negras.

Entré a la ducha y tomé un baño rápido y me cambié una vez que había terminado. Me puse un poco de perfume y agarré el celular con un poco de dinero y las llaves del auto

La casa de mi madre no se encontraba demasiado lejos por eso me puedo dar el lujo de salir sobre la hora y no llegar demasiado tarde.

Dejé estacionado el auto al lado de el de mi madre y el de mi hermano (tengo un hermano mayor empresario, serio, aburrido que me lleva unos diez años o más)

Me apoyé sobre mi auto para terminar el cigarrillo que había comenzado a fumar en el trayecto y lo tiré en algún lugar de la vereda, acomodé mi camisa y toqué el timbre

Mi hermana abrió la puerta con una sonrisa y al verme su ceño se frunció notablemente

-¿No trajiste nada?- me dijo cruzándose de brazos

-¿No alcanza mi presencia Den?- le dije sonriendo

-Como sea, pasá- y se movió para dejarme entrar

-Muy corta esa pollera- le reclamé en el oído

-Imbécil, anda a saludar a tu madre

Y así lo hice, la busqué por la habitación y se encontraba saludando a mi hermano y a la histérica de su mujer

Mi profesor particularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora