Capítulo 2

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Zee no podía creer lo difícil que era concentrarse en conducir. Bright había hecho las reservas para volar en escalas tenía que hacer dos paradas y luego a Pai. Un total de poco más de cuatro horas de vuelo. Sin embargo, también tenían que llegar Chiang Mai por carretera, y eso involucraba estar atrapado en un coche con el hombre de sus sueños otro par de horas.

Tenían que salir de Chiang Mai a las cinco menos diez de la tarde, así que Zee recogió a Saint a mediodía, para asegurarse que tenían un montón de tiempo para llegar al aeropuerto.

Habían quedado en encontrarse esa noche en el aeropuerto de Pai con el Beta de la manada Luke . En ese momento, Zee deseaba estar ya allí, y no encerrado en el coche con su compañero, lo que era el puro infierno. Mirando por encima una vez más al hombre que tenía junto a él, Zee se sorprendió del hermoso hombre en que se había convertido Saint mientras crecía. Era sexy como el pecado cuando tenía dieciséis y había continuado siendo así a medida que se hacía más mayor.

Saint estaba fingiendo dormir con sus auriculares en sus oídos, escuchando su iPhone. Zee sabía que solo fingía dormir, ya que podía ver la tensión en los músculos de Saint y oír su respiración sobre la música tanto del iPhone como del estéreo que él estaba escuchando.

Saint se había despedido de su familia, le dijo hola y esas fueron las únicas palabras que habían salido de su boca en la última hora. No podía culpar a su pareja tanto como le gustaría. Zee sabía que los últimos diez años habían sido duros para Saint, sobre todo porque no entendía por qué no podían estar juntos.

A Zee nada le gustaría más que detener el coche, abrazar a su compañero y violar su sexy boca. También sabía que solo era un sueño que nunca se realizaría mientras su padre viviera. Zee odiaba a su padre, lo había hecho durante los últimos diez años, a pesar de que era el hombre que una vez lo había engendrado.

Hacía diez años había cambiado todo. Zee no sabía que su padre era un bastardo homofóbico. Nunca dijo una palabra cuando su mejor amigo, Bright, salió del armario. Al parecer, su querido papá, estaba perfectamente bien con que otras personas fueran gays, siempre y cuando su hijo no se pervirtiera al acostarse con hombres.

Zee apretó las manos alrededor del volante hasta que los nudillos se le volvieron blancos. Nunca le perdonaría a su padre lo que había hecho. Era posible que hubiera dejado de acoplarse con Saint, pero Zee se negó a estar con cualquiera de las mujeres con las que su padre había tratado que se estableciera durante esos años. Se negó de plano a deshonrar a su compañero de esa manera.

Mirando otra vez a su compañero, Zee se dio cuenta de cómo el pelo de Saint había caído sobre su rostro y ocultaba sus hermosos ojos, aunque estuvieran cerrados. La mano de Zee tembló en el volante, deseaba acercar la mano y meter el cabello desordenado detrás de la sexy oreja. Zee negó con la cabeza por ese pensamiento y dejó escapar una carcajada ¿Oreja sexy? Realmente debía estar muy mal si encontraba sexys las orejas.

Saint pareció intentar renunciar a su sueño y se volvió hacia Zee con una ceja levantada en interrogación.

—Lo siento, solo pensé en algo divertido. —Zee se encogió de hombros, sin estar seguro de lo que Saint quería decir.

Compañero Olvidado ( Libro 4 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora