Capitulo 8

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La polla de Zee se tensó contra su bragueta, lo suficientemente dura como para sacar sus uñas. La boca de Saint lo puso fuera de órbita. Zee inclinó la cabeza hacia un lado dejando más espacio para que Saint se moviera, ahuecó su mano contra la parte de atrás de su cabeza y empujó con suavidad al hombre contra su cuello.

Le encantaba el hecho de que Saint lo hubiera marcado.

Un carraspeo le devolvió a la realidad y al otro hombre que estaba en el coche. Parpadeando, aclaró su visión y centró su vista en Luke.

—Ya estamos en casa. Es posible que queráis continuar en el interior. —La risa era claramente evidente en su voz.

Zee no se molestó en responder, pero pensó que la idea del hombre era brillante. Su compañero en una cama cómoda y una botella de lubricante sería el paraíso. Zee se echó a reír cuando trató de alejarse de Saint y este le siguió, gimoteando. Buscó tras él la manija de la puerta. Al abrir, salió por la puerta de atrás, con cuidado de no separarse de Saint.

Una vez que tuvo los pies en el suelo, tomó a Saint en sus brazos. Envolvió las piernas en su cintura y puso sus manos en el delicioso culo de Saint, apretando las mejillas con fuerza mientras entraba en la casa e iba hacia el fondo del pasillo.

Zee no miró a Luke y una vez que estuvo dentro de la habitación, cerró la puerta tras él y se tiró en la cama con Saint aún envuelto alrededor de su cuerpo. Saint finalmente aflojó las piernas cuando quedó tumbado de espaldas contra el colchón. Zee tuvo oportunidad de sentarse y empezar a quitar la ropa del cuerpo de su compañero. Saint lo ayudó rápidamente y pronto se formó un revoltijo de brazos y piernas mientras intentaba desnudarse.

Zee se sentó y admiró el hermoso cuerpo de su compañero. La piel ligeramente bronceada, el vello fino que conducía a los marcados abdominales y una impresionante, delgada, y larga polla que requería su atención. Zee se humedeció los labios antes de acercarse y tragar a su compañero. Había pasado un tiempo desde que Zee había chupado una polla, pero recordaba cómo se hacía y utilizó todas sus habilidades para usarlas ahora.

Sabía que Saint estaría dolorido después de su primera vez en el bosque, especialmente considerando que solo había utilizado saliva para facilitar su entrada. Zee absorbió el pene en su boca antes de echarse hacia atrás hasta la cabeza. Saint gimió con placer y pasó las manos por el pelo de Zee tratando de sujetarlo.

Movió su lengua rodándola por la ranura de la punta de la polla de su compañero. Gimió cuando el intenso sabor de su compañero estalló en su paladar. Vaciando las mejillas, se deslizó por la longitud del eje de su compañero, amando la sensación de tener a Saint en su boca.

Sus manos exploraban el cuerpo de Saint, abriéndose paso por la piel desnuda. Tiró de los marrones pezones de Saint con una mano, mientras la otra exploraba en los muslos de su compañero antes de acariciar su bien dibujado saco.

Zee dejó de chupar el duro eje un momento para meter un dedo en su boca. Se aseguró que estuviera bien húmedo, lo retiró de la boca y siguió con su atención a la polla que tenía enfrente. Dibujó su longitud con sus labios y deslizó el dedo mojado por el saco de su compañero, siguiendo el rastro hacia abajo hasta llegar a su entrada que esperaba temblando por su toque.

Compañero Olvidado ( Libro 4 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora