03| La chica mala

5.3K 432 501
                                    


Este capítulo va dedicado a Desireé Gómez (Daisirus jejeje), que sé que te he dicho que no te empieces la novela hasta que no tenga al menos la mitad publicada, pero quería felicitarte también por aquí. Que te lo encuentres dentro de unos meses me hace hasta gracia, pero bueno.
Felicidades de nuevo, y espero que lo disfrutes 😘😘

...

Los siguientes días no mejoraron. Aprendí más de lo que me gustaría sobre las mejores armas que se utilizaron en la Segunda Guerra Mundial y descubrí que mi compañera de habitación roncaba como si le fuera la vida en ello, motivo por el cual se me había caído el móvil más de mil veces a la cara cuando intentaba utilizarlo por las noches.

Tania seguía con la misma actitud, me retaba constantemente. Saray intentaba apaciguar las cosas, pero ante la mirada de su amiga se callaba. Bella ni lo intentaba, se centraba en su comida y la mayor parte del tiempo ignoraba lo que se decía en la mesa.

Como era de esperar, en las clases no hizo falta ni que me presentara. Al igual que los alumnos, los profesores ya sabían de mi existencia. Se dirigían a mí como si me conociesen de toda la vida, cuando yo no me sabía ni la mitad de sus nombres.

Las cosas de las que me había dado cuenta eran: que en este lugar se llamaba a la puerta con más fuerza de la normal, los enfrentamientos eran frecuentes, y habían unas personas respetadas, que mandaban sobre las otras. Entre ellas estaba Tania, a quien había visto enfrentarse ya a al menos dos chicas que se habían limitado a bajar la mirada y responder por lo bajo.

Pues vaya mierda de internado. Tu padre se ha lucido.

Sonreí ante aquel mensaje de Eric, con quien había cortado hacía un mes. Nos habíamos distanciado porque él quería ir más lejos, pero yo no buscaba nada serio. Me gustaba el hecho de que aún así pudiésemos mantener una buena relación, y que se preocupara por preguntar qué tal me iba.

Porque no estás aquí para verlo. Son una panda de bordes y bestias. Yo paso más tiempo aquí y creo que me da algo. NECESITO IRME, no los soporto.

Me llegó un mensaje más, pero lo ignoré al notar la mirada de las tres chicas con las que compartía mesa sobre mí.

—¿Y tú? ¿A ti te gusta alguien?

Estábamos en el comedor, dos horas antes de que se acabara el horario escolar. Lo que me extrañó no fue que Tania estuviese atenta mi respuesta, sino que hubiese sido ella quien hizo la pregunta, mientras me atravesaba con sus orbes marrones. Era de rasgos dulces. Tenía una cara redonda, con unos ojos pequeños rasgados y nariz alargada, pero su actitud nunca era muy amigable, y había notado que solo le sonreía a pocas personas, con las demás mantenía una actitud agresiva.

—No me gusta nadie —contesté, y me ahorré mi opinión sobre cada uno de ellos.

—Tiene que gustarte al menos alguno. O uno que te parezca, no sé, menos feo —añadió una sonriente Saray.

—¿Por qué? ¿Te dan una especie de premio si te gusta alguien? No entiendo.

—Aquí todo se hace más ameno si tienes con quien estar, para pasar el rato. El típico ligue de internado con el que no estarías fuera.

Alcé las cejas sorprendida, pero esta siguió sonriendo con naturalidad.

—¿A ti te gusta alguien? —Busqué una manera de salvarme preguntándole a Bella.

—Ella tiene novio —contestó Saray.

Había notado que era reservada y callada. Como siempre tenía la cabeza metida en un libro, y no hablaba casi con nadie, era la que menos esperaba que estuviese en una relación. Me dedicó una pequeña sonrisa, sonrojada, y volvió a centrarse en su comida.

HelaWhere stories live. Discover now