Hela

09| ¿Te gusta lo que ves?

Maratón 1/3

— Esto es una mierda. No puedo solo tener diez minutos para hacer una exposición, no me alcanza para nada.

—Lo que no puedes es pedirle más tiempo al profesor, eso es una mierda y, bueno, también de pringao —apunté—. Te lo llega a ceder, y te quedas sin compañera de trabajo, te lo aseguro. Estás que me planto ahí una hora hablando de lo mismo, como si no tuviese bastante con el tiempo que nos ha dado.

—¿Tú sabes lo delicada que es la Primera Guerra Mundial? ¿Lo que es explicar cada arma, sus características y el proceso en sí? Además de una conclusión sobre el tema. No lo sabes. Ya te digo yo que esos insignificantes minutos no nos alcanzan.

Me quedé mirándolo, sin poder creerme sus palabras. Le daban un trabajo, que ya era difícil de ejecutar —o al menos para mí— y él quería alargarlo. Increíble.

—Además —añadió deslizándose por el pasillo repleto de estudiantes, concentrados en sus conversaciones, abriendo y cerrando taquillas — seguro que consigo convencer a la profesora para que me alargue el tiempo. Le caigo bien.

Sonrió más tarde,  como si aquello fuese el logro más grande de su vida, o lo mejor que pudieses hacer en ella. Yo solo podía pensar en lo raro que era, y en que si no lo hacía el trabajo con él no tenía con quien hacerlo, ya que la otra opción era el pesado de Raúl. Carla hacía bachillerato de ciencias, y no daba historia.

—Vale, si te pones así, pide todo lo que quieras. Pero cuenta con que la mayor parte del tiempo, en la exposición, vas a hablar tú.

—¿Ves que tenga algún problema con eso? Todo está aquí. —Se señaló la cabeza.

—Bueno, como yo no puedo entrar en tu mente, toda esa información que tienes aquí —le puse el dedo en la frente —podrías pasarla por escrito y explicarla de una forma facilita, para que lo entienda.

—No tengo ningún... Espera. —Paramos los dos, chocando con algunos de los alumnos que teníamos detrás—. Me estás encasquetando la mayor parte del trabajo.

Casi me reí.

—No, no, te estoy diciendo que hagas lo que sabes hacer. Mira —Enganché nuestros brazos, logrando que caminásemos juntos — Tú escribes toda la información que te sepas en un papel, la esquematizas, la pasamos juntos a la presentación y nos aprendemos lo que tenemos que saber cada uno.

—Vamos, que hago la mayor parte del trabajo. No soy tonto, Hela.

Rodé los ojos.

—¿Qué prefieres? ¿Que joda la presentación?

—Pues es mejor eso, a que no hagas nada.

—¿Tú crees? ¿Te imaginas? Estropearía la presentación de tu vida, tu momento de lucirte frente a la gente, ¿eso es lo que quieres? No, mejor asegurarte de que todo sale bien.

—Bueno, pues para eso lo hago solo —objetó, apartando la mano.

Viéndome amenazada por su actitud, y horrorizada por tener que hacer el trabajo sola, me acerqué aún más a él.

—Vale, puede que hagas la mayor parte del trabajo, pero es...—Pensé unos segundos, antes de sonreír ante la mirada atenta de mi compañero —a cambio de que hable con Carla y vea lo que siente por ti.

Dani soltó una risita que trató de hacer parecer despreocupada.

—¿Q-Que va a sentir? Amistad...No sé qué más quieres que sienta —contestó con la voz aguda.