Lover Blue ft. Tom×Sonic

💦)) enfermito ❞

El mayor marcaba rápidamente el celular de su esposa, tenía miedo, mucho miedo.   

— ¿Hola? ¿Tom?   

— ¡Maddie, soy yo! —Exclamó, temblando.

— ¿Tom, que pasa? ¿Todo está bien?

— ¡Sonic está mal, Maddie!

— ¿¡Qué!? ¿¡Ahora que le hiciste!?

— ¡Nada! Cariño, yo no le hice nada —Respondió nervioso.

— ¿¡Le volviste a disparar con el tranquilizador!?

— Dos cosas. Uno, eso fue un accidente y dos, ¡No! No tengo razones para hacerlo —Respondió, acelerado.

— ¿¡Entonces!? ¡¿Qué pasa?!

— ¡Está enfermo! —Soltó, preocupado.

— Espera... ¿Qué?

— Se la ha pasado los últimos tres días tosiendo y estornudando, no para de llorar, le duele el cuerpo y créeme, no sé cuántas sobrecargas más aguante el pueblo. —Respondió, revisando el la nevera.

— ¿Qué intentas decir?

— ¡Cada vez que estornuda hay una sobrecarga que deja sin luz al pueblo! —Gritó, cerrando la nevera.— Ayúdame, tú eres la que sabe de esto

— Intenta mantenerlo caliente.

— ... Maddie —Murmuró, sonrojandose.

— ¡¡No de esa forma!! —Suspiró.— Manténlo cálido y cómodo, con cobijas y almohadas e intenta mantenerlo alejado de las ventanas.

— Ajá —Respondió anotandolo todo en una libreta.— Sigue.

— No volverá al desván, tendrá que dormir en nuestro cuarto, contigo.

— ¿Por qué?

— Tom, el desván es demasiado frío, llevarlo ahí no lo ayudará en nada.

— Vale, ¿Algo más?

— Dale sopa y cuánta comida saludable haya y... Si, déjale una caja de pañuelos desechables cerca.

— De acuerdo. —Terminó de anotar.— Gracias, amor.

— Si llega a pasar algo más me llamas y vuelvo, ¿De acuerdo?

— Sí, gracias de verdad, te amo —Dijo, enternecido.

— Yo también te amo Tom, hasta luego.

El humano colgó la llamada, guardó el celular, tomó la libreta con las notas y caminó enérgico a la sala.

— ¡Hey, Sonic! Llamé a Maddie y ya sé cómo—

No pudo terminar la frase ya que se vió interrumpido por un estornudo de parte del cobalto, el cual dejó a oscuras el pueblo, otra vez.

— ... Sobrellevar la situación. —Soltó en un jadeo.— Hoy duermes conmigo por órdenes de la doctora —Habló, encendiendo la linterna mientras avanzaba hacia donde estaba el cobalto.