Lover Blue ft. Tom×Sonic

🚿)) Baño ❞

Habían pasado los días desde que  Sonic se había enfermado.     

El erizo se encontraba tapado hasta el cuello con las sábanas que Tom le había dado, últimamente su rutina constaba de despertar, ir a la sala en brazos de Tom, estar en el sofá, ver tv, taparse la nariz al estornudar evitando así otra sobrecarga, comer sopa de pollo, beber agua, dormir y hacerse bolita hasta que Tom lo lleve al cuarto junto a él para dormir y hacer lo mismo al día siguiente.

El humano por su parte se la pasaba nervioso, no quería estar cerca para cuando Sonic estornudara, pero tampoco quería estar lejos por si necesitaba algo.  

— ¡Tom! —Llamó, con la voz dañada.

— ¿Sí? —Preguntó, ingresando a la sala rápidamente.— ¿Estás bien? ¿Te duele algo?

— Quiero un baño —Dijo, con la nariz tapada.— por favor..

— No, no puedo permitirte eso —Dijo preocupado, sentándose junto a él.

— ¿Po'que? —Ladeó la cabeza.— La higiene es importante...

— Sí, lo es, pero... Tengo miedo de que estornudes justo cuando estés en el agua —Dijo, acariciando la cabeza del menor.

— Estaré bien.. —Dijo, para posteriormente toser.— Por favor, dame un baño

El mayor suspiró pesadamente.

— Okay, te daré un baño. —Dijo, sin estar seguro, cargando al menor entre sus brazos y encaminandose al baño.

El erizo soltó un grito de celebración el cual se vió interrumpido por una tos muy fuerte. Tom estaba preocupado por el erizo, no quería que empeorara además ni siquiera sabía si Sonic tenía los anticuerpos necesarios para recuperarse.

Dejó a Sonic sobre el lavamanos, arropado por el paño que se le había asignado mientras que Tom abría la llave de la tina, haciendo que poco a poco se llenara.

Pasados unos minutos el agua ya se encontraba tibia y lista para el erizo.

El humano tomó al de orbes esmeraldas y lo puso poco a poco dentro de la bañera, temiendo por un estornudo eléctrico.

El menor se adentró más en la tina, mojando sus espinas y cara. Posteriormente el de cabello avellana procedió a pasarle el shampoo por el cuerpo y espinas, intentando que el erizo se relajara y descansara un poco.

Al quitarle el shampoo con la regadera, el menor se encontraba casi dormido. Tom ante ésto intentó despertarlo con caricias en la cabeza, pero no logró nada, estaba dormido.

Lentamente lo sacó del agua, agradecido de que no hubiera estornudado, lo envolvió en el paño y lo llevó a su cuarto, lo dejó en la cama, lo arropó con las otras sábanas y se retiró.

— Bueno, todo acabó bien. —Comentó, para luego escuchar como el menor estornudaba, liberando una sobrecarga más pequeña que otras que dejó a oscuras la casa.— O bueno, acabó bien para los demás...