Capítulo 06.

5.3K 536 61
                                    

Sus ojos llevan atormentándome toda la puta noche

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Sus ojos llevan atormentándome toda la puta noche.

El recuerdo de sus manos sobre mi piel, la forma en la que me tomó del cabello y su respiración agitada al mirar mis labios me tiene desesperada desde el momento en que le cerré la puerta en la cara.

Por primera vez en mi vida probé mi fuerza de voluntad y gané, porque de no ser así yo... joder, me habría dejado coger sin ningún problema porque a decir verdad, solo una idiota negaría que no se siente atraída hacia ese hombre.

Liam McMurray es un completo adonis. Su cuerpo parece tallado, cada abdominal, cada músculo está marcado y todo en su rostro grita ¡lámeme! Sus ojos son una perdición para mí, ese maldito azul intenso que se oscureció al ver mi pecho es lo que me está torturando.

¿Cómo se supone que lo miraré ahora? No puedo actuar como si nada hubiera pasado porque no haber hecho algo, éste sería el momento en que todavía estaríamos desnudos en la cama, cogiendo cual conejos.

Siento una bola de fuego en mi estómago. Por primera vez me siento con deseos sexuales insatisfechos y tuve que probar mi fuerza de voluntad otra vez para no correr a su habitación y lanzarme encima suyo rogando porque me coja.

¡Dios, me ha convertido en una puta!

Me cubro el rostro con ambas manos. El sol está entrando por mi ventana aclarando que no he dormido en todo el día, y todo se pone peor cuando la puerta se abre dejando ver a Ciara con lágrimas en los ojos.

—¿Ya es hora?—pregunto, a lo que no tarda en asentir. Abro mis brazos recibiéndola gustosa. —No te preocupes, estaremos bien.

—Lo sé, yo... no estoy segura de querer marcharme pero sé que es necesario para poder avanzar—musita en voz baja. —Joy, cuida a Liam ¿Sí? Es un buen hombre, merece mucho más de lo que tuvo conmigo y a veces es un poco ingenuo. No dejes que cualquier zorra de la oficina se le acerque ¿de acuerdo? Él no puede diferenciar entre una buena mujer y una facilona.

Frunzo el ceño, no entiendo por qué me encomienda a mí que lo cuide. Si pudiera leer mi mente, todas las babosadas que estoy pensando con su novio o ex novio sobre mi cama, cogiéndome como si no hubiera un mañana, definitivamente me golpearía y obligaría a irme de este apartamento, sin embargo está pidiéndome que lo cuide.

Trago grueso. ¿Qué hubiera pasado de no haber echado a Liam anoche? Seguramente ella nos habría descubierto y todo se habría puesto demasiado intenso. Para mi suerte, tuve fuerza de voluntad.

Quisiera prestar atención a Ciara y a lo que dice pero no puedo hacerlo, principalmente porque tengo en la mente a mi madre obligándome a rezar cinco Padre Nuestro como castigo por mis pensamientos.

Sacudo la cabeza. Mamá no tiene nada que ver en esto, mucho menos la religión.

—¿Te vas ahora?—pregunto.

Entre Joy y Nueva York (AQS #5)Where stories live. Discover now