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P.D.V. Taehyung

Dakho tiene un traje oscuro sobre su cuerpo, apenas me ve levanta la mano y me sonríe. No puedo corresponder a ese gesto de ninguna forma, entonces bajo la mirada mientras me recuerdo que esa persona ha perdido a su familia, conozco el dolor, conozco gran parte de su enojo y frustración. Debo ser cuidadoso por ese mismo motivo, ya que, no hay persona más peligrosa que aquella que no tiene nada que perder.

O una que tiene mucho que perder.

No lo sé, estoy divagando solamente.

Trago antes de sentarme frente a él, tiene una sonrisa enorme que crece apenas me mira. Su cabello negro está peinado hacia atrás mostrando su rostro totalmente, nadie podría adivinar de todo lo que es capaz de hacer para vengarse de Jeon. Todo el plan que seguro ya tiene trazado y del que soy parte.

-Al fin -suelta primero, me acerca un vaso de agua-. Es muy difícil dar contigo estos días.

Me quedo callado varios segundos, mirando el vaso simplemente.

-No voy a hacerle daño a Jungkook.

Tras mis palabras viene un silencio, uno que es solo roto por sus cubiertos mientras come. Levanto la cabeza, él no me mira, no dice nada.

Cinco minutos pasan, lo sé. Los conté.

-¿Enamorado? -pregunta aun atento a su plato, a lo que sea que esté comiendo. Ríe porque nada sale de mis labios-. No tienes que decirme nada, el silencio también es una respuesta.

-Podemos hacer las cosas mejor -intento hacerle ver, muerdo mis labios nervioso mientras busco palabras, algo que le explique mi punto-. Encontrar a gente en la policía que quiera ayudarnos, ya sabes. Tiene que haber alguien que pueda hacer las cosas bien...

Golpea la mesa, el sonido me detiene. A mí y a las personas al rededor que se sobresaltan y nos miran confundidas. Dankho exhala antes de darles una leve reverencia en disculpa y después me observa fijamente, clava esos ojos claros en mí de forma que me hace sentir pequeño, con la necesidad de encogerme en mi sitio.

-¿Crees que he estado jugando estos años? ¿Eh? -habla entre dientes, como si estuviese luchando por mantenerse tranquilo. Él no está logrando nada, ciertamente-. Todos los que han querido ayudarme para hacer las cosas por medio de la ley están muertos, tres metros baio tierra si no es que han desaparecido. No seas ingenuo, Taehyung. Tú más que nadie debería saberlo.

-¿Deberíamos empezar a actuar como él entonces? -pregunto sin bajar la mirada, me enfrento a sus ojos llenos de veneno-. ¿Matar gente? ¿Secuestrar?

-Bueno pues, pidiéndole a Dios no vamos a hacer nada.

-Tampoco poniendo en peligro a su hijo -exploto, no levanto la voz pero me aseguro de sonar determinado, de dejarle claro que jamás pondré en riesgo a Jungkook-. No pienso hacer algo que lo dañe.

-No puedo creerlo. -Aplaude, tiene una sonrisa llena de burla, de sarcasmo también. Se pone de pie para sentarse a mi lado y susurra-: Te enamoraste del hijo de un asesino. Del hombre que abusó de tu madre.

-¡No intentes hacer eso! -Detengo sus palabras con la voz tensa. No se inmuta, se me queda viendo como quien ve a un niño. Me llena de aun más enojo. Sin embargo, bajo la voz porque no es mi intención que nadie más se entere. -No pongas en hombros de Jungkook algo que no hizo. ¿Crees que no lo he pensado? ¿Crees que no recuerdo todo? No es necesario que estés recordándome a cada instante quien es. He deseado haberme muerto con mis padres todos estos años, ¿entiendes? Pero, ¿sabes qué? Irónicamente el chico que debería odiar, es quien me enseñó un mundo diferente, uno donde en realidad soy feliz.

The Truth Untold. [Kookv] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora