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P.D.V. Taehyung.

El cielo no es un sitio. 

No puede serlo, creo que el cielo es donde esté la persona que amas. Y... Dios santo, alguien que me detenga. 

El cielo puede que se vea como Jeon Jungkook recuperando el aire mientras tiene una sonrisa en sus labios. Su cuerpo me quita el aire, sus cabellos están mojados y se pegan a su frente debido al sudor. Jamás creí que fuera posible sentir ganas de llorar cuando uno está feliz. Y lo es, en serio sucede. 

—¿Qué pasa? —Jungkook pregunta alejando el cabello de mis ojos, una mirada suave en sus ojos que solo me provoca aún más ganas de llorar—. Vas a tomarte muy en serio lo de ser un bebé, ¿eh? 

—¿Volvimos a lo de las bromas? 

Jungkook se aleja un poco, no ha dejado de mirarme con esos ojos oscuros tan bonitos. Yo simplemente trago varias veces para pasar el nudo que tengo en la garganta. 

—Qué puedo decir. —Se encoge de hombros—. Es mi forma de regular la ansiedad. 

—¿Cuál ansiedad? Soy yo quien está teniendo un ataque ahora mismo. 

Me da un beso en la frente, antes de cubrirme con las sábanas y recostarse a mi lado, todavía observándome. 

—Siento tanto no ser bueno expresándome, Taehyung. —Me da una beso en los nudillos al tomar mi mano, se ve nervioso de pronto—. Pero de verdad estoy muy feliz ahora mismo. Muy, muy feliz. 

Asiento, levanto mi barbilla sintiéndome extasiado por saber que yo provoco esto en él. Algo así como orgullo y felicidad absoluta. 

—Que bueno saberlo, Jeon —murmuro en broma, él rueda los ojos con la comisura de sus labios arriba—. Porque después de tu desempeño el día de hoy será difícil que te deje ir. 

Gira totalmente para verme, parpadeando varias veces, pregunta:

—¿De verdad dijiste eso? 

—Fue asombroso, Jeon. Diez de diez. 

Recuesta la cabeza en la almohada mirando al techo, varios segundos está en silencio hasta que suelta una carcajada, su pecho sube y baja por ello. Sonrío, paso la lengua por mis labios mientras su risa llena la habitación. 

—Realmente te amo, Taehyung. 

Me toma por sorpresa, lo miro. Miro su perfil, su mandíbula, su nariz, sus labios. Él se gira para verme y noto sus ojos brillantes. 

Trago saliva. 

—¿Ahora estamos cariñosos? 

—Dime que me amas, maldición —pide el gruñón—. ¿Por favor? 

Y por Dios que solo yo podría escuchar tierna su maldición

—Te amo, Jungkook. 

Nos quedamos de esta forma algunos minutos antes de ir a limpiarnos, todo momento siento su mirada dulce sobre mí. En todo momento me siento seguro y en confianza, todavía más cuando al pasar por mi lado besa mi frente con una sonrisa suave. 

—¿Cómo es que no te soportaba hace un par de meses, Kim? 

Le lanzo una mirada inocente. 

—Ya sé, soy un gran chico. 

Hace una mueca mientras me pone una camiseta. 

—Ya recordé porqué. Eres un narcisista. 

—Cuidado te muerdes la lengua. —Le paso un vaso de agua cuando termina de vestirse, un par de pantalones y mi camiseta más grande—. Aunque, sé que soy complicado a veces. ¿Cómo es que no hemos terminado dándonos de golpes? 

The Truth Untold. [Kookv] Where stories live. Discover now