20

651 90 11
                                    

P.D.V. Jungkook

No está mirándome, papá se mantiene hablando por teléfono mientras a su lado permanece un hombre tecleando en la computadora.

—Papá, de verdad necesito saber que está pasando.

Me ve de reojo, asiente, pero no deja el teléfono. La situación se vuelve extraña, muy preocupante y no entiendo la razón. Mi padre está bien, el atentado en la inaguración fue resuelto con relativa calma. Pero no hay calma en el rostro de nadie en casa, quizás porque se ha suspendido el evento y por ende varios posibles tratos con empresarios de diferentes países.

Desearía poder ayudar; quitar, al menos, un poco de la carga que papá está llevando.

—Jungkook —Seojoon llama tocando mi hombro con suavidad—, será mejor que vayas a tu habitación.

—¿Tú también, hyung? —pregunto sin tratar de esconder mi frustración—. ¿Cuántos años más tengo que esperar para que se me considere un miembro de la familia?

Hyung suspira con una expresión igual de consternada que la de todos aquí, y eso solo hace que me sienta aún más inútil.

—Jungkook...

—¡Necesito saber qué está pasando!

—Lo sabrás...

—Déjalo, Seojoon —papá detiene. Camina lentamente hasta mí para acomodar mi chaqueta, no me mira. Por varios segundos, únicamente pasa sus dedos por mi ropa, pensativo—. Ve a tu habitación. No me hagas reconsiderar enviarte al extranjero para que termines la carrera.

Lo observo esperando que sea una broma. Sin embargo, nada en sus ojos al verme directamente me dicen que sea así. Entonces dejo escapar una risa seca, incrédula. Me hago para atrás para huir de su toque, podría así, entender que no estoy de acuerdo.

—¿Tan malo es? —pregunto atento a su expresión en blanco, no responde, por supuesto. Ahogo una maldición y asiento con la cabeza. Enojado, molesto con la situación—. Me has obligado a seguir todas, absolutamente, todas tus órdenes desde niño. ¿Para qué? ¿Para qué si vas a ocultarme cada maldita cosa qué pasa?

—No hables así, Jungkook. Vete ya.

—¡Papá!

Con la misma calma con la que se tomaría un vino, camina hasta su mesa y se sienta. Levanta sus ojos apenas hacia Seojoon para ordenarle:

—Llévalo a la habitación y que se quede ahí hasta mañana.

Trago con dificultad alejando la mirada, cuando siento a Seojoon tocando mi brazo lo aparto de un manotazo. Camino hasta papá y pongo ambas manos en el escritorio con fuerza. El sonido hace eco durante algunos segundos.

No me mira.

—No sé lo que esté sucediendo, papá. —Carraspeo por la sola idea que se atraviesa por mi cabeza, me aprieta el pecho—. Y en otro momento, quizás, no insistiría tanto en saberlo, pero... Pero ahora hay alguien más que podría estar en peligro por tus negocios.

Se ríe, me da una mirada plana antes de encender un cigarro.

—¿De qué estás hablando ahora, hijo?

—Mi novio, papá.

Puedo escuchar como los escoltas, el abogado, incluso Seojoon retienen el aire expectantes. Sin embargo, mi padre solamente le da una calada al cigarrillo.

—No hay nada que temer, Jungkook —dice al fin. Suspira dejando su cigarro de lado un momento—. Él no está en peligro. Mientras estés a salvo, él lo estará también. Así que, ve a tu jodida habitación y déjame trabajar. ¡Ahora!

The Truth Untold. [Kookv] Where stories live. Discover now