Marco Asensio pasa el verano en un pequeño pueblo asturiano para recuperarse de una terrible lesión que le apartó de los terrenos de juego durante varios meses.
Olivia se refugia en este mismo pueblo para intentar superar una tragedia que la dejó d...
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📆Jueves 1 de Septiembre
📆 Al día siguiente
El sonido de la puerta del dormitorio abriéndose hace que me revuelva en la cama. Siento los pasos de Marco acercarse y no puedo evitar sonreír nerviosa. Estoy tan feliz de estar aquí con él, que casi ni me lo creo.
- Me voy ya, Oli - me dice él muy bajito acariciando mi mejilla.
Me doy la vuelta en la cama para incorporarme y recibir ese beso. Pero yo no quiero que sea solo un besito, así que ataco su boca sin piedad y lo beso con muchas ganas. Chupo su labio superior, acariciándolo con la punta de mi lengua arrancándole a Marco un buen gemido por su parte.
- Oli, como sigas así voy a llegar tarde al entrenamiento - me regaña Marco separándose de mi. Le doy un pequeño beso en los labios y vuelvo a acostarme disfrutando de la tibieza de las sábanas.
- Pues pon mañana el despertador 10 minutos antes -le sugiero dándole una juguetona sonrisa.
- ¿10? - me dice él alzando sus cejas- que sean 20, Oli.
- Anda, vete que tengo sueño -le hago un gesto con la mano señalando la puerta a la vez que vuelvo a sonreírle.
- Aprovecha y descansa. Y Oli, estas en tu casa. Haz lo que quieras ¿vale?
- Te pienso esperar desnuda en la piscina - le digo sacándole la lengua. Marco se da la vuelta ya en la puerta del dormitorio tras escuchar mis palabras.
- Pues me parece perfecto. Muy bien Oli, ahora me voy a entrenar y sólo voy a estar pensando en ti desnuda en la piscina. Peo que vaya, anoche te dije que pensaba hacerte el amor en todas las habitaciones de esta casa, y solo llevamos el salón y el dormitorio.
- ¡Anda tira!
- Te veo a mediodía. Te quiero, preciosa.
- Yo también te quiero.
Marco me mira por una última vez y sale del dormitorio cerrando la puerta. Me doy la vuelta en la cama y me río pensando en anoche. Fue atravesar la puerta de su casa y nos quitamos la ropa desesperados por estar juntos, así que acabamos haciéndolo en el sofá, para después volver a hacerlo, esta vez con más tranquilidad, en la cama.
Es cerrar mis ojos, y me quedo dormida. Me levanto tan temprano todos los días, que el estar aquí sabiendo que no tengo que hacer nada, me deja bastante relajada. Después de desayunar, hablo un rato con mis padres y bajo al gimnasio de Marco a "intentar" hacer algo de ejercicio, pero desisto a la media hora.
Así que, decido irme a la piscina a bañarme y tomar el sol. Y es dentro del agua donde Marco me encuentra cuando regresa de entrenar. Se dirige hacia donde estoy sonriéndome feliz de verme donde le dije.
- ¿Qué tal el entrenamiento? -le pregunto apoyándome en el borde de la piscina.
- Largo, muy largo. Estaba deseando venir a casa para estar contigo. Que he tenido pensamientos muy sucios de ti en mi piscina -Marco se quita la ropa mientras yo lo miro embobada. Me encanta su cuerpo. Sus abdominales me vuelven loca de deseo.
