Capítulo 240. Romper

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El caso del general Fei Hong provocó un gran revuelo en toda la ciudad de Shuojing. Los soldados y civiles que habían sido favorecidos por el general Feihong fueron espontáneamente al palacio para tocar el tambor y pedir, pidiendo una investigación exhaustiva de la verdad. El general Fei Hong tenía una buena reputación entre los sargentos, y tan pronto como se supo la verdad, la familia de He y Xu podría considerarse culpable de la ira pública.

El emperador Wen Xuan entregó este caso al Templo de Dali y, en unos pocos días, He Yuanliang no pudo soportarlo y fue forzado a una confesión y decir la verdad al respecto. Los oficiales y soldados que revisaron la familia He también encontraron mucha evidencia de que He Rufei tenía una relación con el pueblo Uto. Después de este caso, la familia He engañó al monarca, pretendió ser meritorio, cuando colaboraron con el enemigo y la traición, y fueron castigados con varios delitos, a excepción de la hermana del general Fei Hong, He Xinying, todos los demás cometieron crímenes capitales. El principal culpable, He Rufei, tuvo un delito grave, y fue condenado a Ling Chi, fue escoltado hasta la ciudad, donde fue ejecutado por 120 cortes y fue mostrado por primera vez al público.

Ling Chi (Castigo chino antiguo) también llamado "mil espadas y mil cortes". Era el castigo más cruel en la antigua sociedad china. Ling Chi se utiliza en nombre de la pena de muerte, que se refiere a cortar el cuerpo de una persona con un solo cuchillo cuando es ejecutada. Es un castigo por desmembramiento, que incluye el corte y separación de las extremidades del cuerpo.

En cuanto a la familia Xu del erudito Hanlin, excepto por el crimen de muerte de Xu Zhiheng, todos los hombres fueron exiliados y las mujeres fueron convertidas en esclavas.

El caso se resolvió rápidamente y, al enterarse del resultado, la gente aplaudió y aclamo que las dos familias de He y Xu de que se lo merecían.

El día antes de su ejecución, mientras estaba en prisión, Xu Zhiheng miró la comida podrida frente a él y se negó obstinadamente a mover sus palillos.

En la última comida en el corredor de la muerte, los otros prisioneros condenados comieron vino y comida, pero él no tenía nada. En realidad, fue porque incluso los carceleros sintieron que las acciones de Xu Zhiheng eran demasiado crueles y despiadadas. Hubo muchas personas que recibieron el favor del general Fei Hong, pero ahora incluso para el general muerto He, hay muchas personas que no quieren dejárselo fácil a Xu Zhiheng.

El carcelero se rió de él y dijo: "¿Por qué Maestro tío Xu no come? Después de hoy, no tendrá más que comer. Le aconsejo al Maestro Xu que no escoja y elija".

Al escuchar esto, Xu Zhiheng entro en pánico, corrió hacia la puerta de la celda, se agarró a la barandilla de la puerta de la celda y miró al carcelero afuera: "¡No... no moriré! ¡Te daré dinero, y tú buscarás a alguien para mí y le pedirás que me rescaten! ¡Te daré dinero!"

"Está bien", el carcelero lo miró con una sonrisa, "¿A quién quiere encontrar el Maestro Xu?"

¿A quién buscar?

Xu Zhiheng se sorprendió de repente.

La familia He se ha derrumbado. He Rufei no podía protegerse ni a el mismo, y los colegas que se había hecho amigos de su familia en el pasado se habían alejado por temor a meterse en problemas. Nadie puede salvarlo.

Xu Zhiheng se derrumbó débilmente al suelo. Desesperado, se sintió reacio y murmuró: "¿Por qué? No fui yo quien la mato... ¡Obviamente no hice nada!"

"¿Realmente no hiciste nada?", Una voz sonó desde la oscuridad, y Xu Zhiheng levantó los ojos de repente y vio a alguien aparecer lentamente frente a él, con todo su cuerpo cubierto bajo la capa negra. Al principio se llenó de alegría, pensando que alguien había venido a salvarlo, pero al momento siguiente, la sorpresa se convirtió en miedo, porque la persona se quitó la capucha de la capa y reveló un rostro.

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