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Una semana

Una semana en casa, encerrado, sin ver a sus amigos, sin ir a la escuela, sin poder salir, sin poder realizar algo, sin poder salir de su habitación, sin poder salir de su cama y todo por su maldito celo

Había sido un día normal el jueves por la tarde donde todo empezó, había pasado tres días desde que habló con sus padres sobre su resultado y que no confiaba en los resultados dados, por eso les pidió (más bien rogó) que lo llevarán a un hospital para que le hagan bien los chequeos. Cuando ya estaba todo listo, empezó hacer calor dentro de la casa y eso se le hacía raro, ya que estaban con el aire acondicionado encendido, después su respiración se volvió rápida y después los dolores en su parte baja se hicieron presente

Sus padres le ayudaron a ir a su habitación mientras que ellos iban por supresores que tenían guardados por ahí. Después de eso ya no había duda que los resultados eran correctos y que él si es un Omega y obvio que se sentio mal consigo mismo

Si antes no le gustaba el aspecto de su cuerpo ahora mucho menos le gustaba, detestaba como su cabello lacio se empezó a hondular, que sus caderas hayan crecido y su cintura se hizo más delgada TODO ESO Y EN UNA MALDITA SEMANA. De verdad no podía creer que algo así le pasando más rápido de lo esperado, no sabía que hacer ahora que la ropa ajustada que le gustaba antes le haga resaltar su cuerpo de manera indecente. Eso no le gustaba, para nada

Sus padres le compraron ropa más ancha de colores oscuros para que no se notará como su cuerpo se estaba formado (obviamente a petición del menor), también quitaron todos los espejos de su habitación (también a su petición) para no tener que ver como su cara estaba más delgada, se veía y se sentía demasiado débil. Lo único bueno fue que al terminar su semana de celo fue que los dolores se fueron y el calor, junto a las incontrolables ganas de tocarse en puntos donde no debía

Ese día se levantó con menos ánimos que otros días, se sentía devastado en muchos sentidos, tenía ganas de llorar, de gritar, romper cosas, etc. Se levantó de la cama para tomar un baño, una de las cosas que ya comenzaba a desagradarle. Tocar su cuerpo, pasar su mano por su cabello, luego por su cuello, por su pecho, por su cintura y terminar con sus piernas no era una sensación linda de sentir. No le gustaba. Aveces se preguntaba como le harán las Omegas y las betas, tocar su cuerpo y sentir dos bultos en sus pechos, debería sentirse raro ¿No? (Aunque tampoco quería saberlo)

Dejo de pensar en estupideces, se vistió con su ropa nueva y se secó su cabello con la secadora, todo sin verse en un espejo, memorizo cada cosa de su cara desde que vio los cambios en él. Reviso que todas sus cosas estén ordenadas, su mochila estaba lista con los cuadernos que les tocaba para ese día. Sin más se colgó la mochila al hombro y bajo las escaleras de la casa hasta el comedor donde se quedó en el marco de la puerta, en la mesa estaba su padre Alfa sentado en su lugar correspondiente leyendo un periódico con sus lentes circulares que usaba para leer y su taza de leche en mano, su padre Omega estaba con lindo delantal color amarillo con diseños de patitos mientras que hacía panqueques por el olor que salía de la estufa

Su padre Omega fue el primero en darse vuelta mirando hacía el marco de la puerta donde estaba el joven de cabello negro y le dedicó una de sus sonrisas hermosas donde sus labios gruesos se estiran hacía arriba y sus ojitos se convierten en dos media lunas, característica de su padre

- Buenos días, BeomGyu - mencionó el Omega mayor y volvió a su labor de terminar de hacer los panqueques para su hijo

- Buenos días hijo - habló esta vez su padre Alfa y le mostró esa sonrisa de conejo que poseía, lo vio doblar el periódico y lo dejo a un lado de la mesa

- Ven hijo siéntate, ya está listo tu desayuno - habló nuevamente su padre Omega caminando a la mesa con su plato en manos

- ¿Cómo sabías que estaba parado en la puerta? - pregunto, el Omega mayor le sonrió a su dirección y se acercó hacía él, le dio un beso en la frente y lo tomó de la mano para que se siente en la mesa

¡SOMOS DESTINADOS!Where stories live. Discover now