032

514 60 12
                                    

¿Qué se hacía cuando alguien te preguntaba cómo estabas? Uno ya no tiene que pensar la respuesta, pues está automáticamente la dice antes de que nosotros mismos lo quisiéramos, y todo para no preocupar a nadie o para que no nos hagan preguntas que podrían resultarnos incómodas

Bueno, quizás no le pasaba a muchas personas, pero eso mismo le pasaba a BeomGyu. Desde hace cinco días había respondido la misma frase a sus compañeros, sabía que estaba mal y más en su caso cuando podría volver a decaer en depresión, pero sinceramente no quería verse así. No quería que los demás estén pendientes a él como si fuera un niño pequeño, tenía dieciséis años y tenía la fuerza para poder recomponerse solo de lo que considera un pequeño bajón. Y aunque la mayor tiempo se la pase feliz, feliz de verdad junto a sus compañeros, cuando el día acababa volvió a recordar ese suceso y volvía a pensar

Sabía que no estaba solo, sabía que no podía guardarse las cosas por mucho tiempo y que todo tenía que contarlo a alguien. Pero prefería esperar, ahora no quería que nadie se dé cuenta, cierta persona se pondría triste por su culpa

- ¿Hijo? - escuchó el llamado de su padre Omega detrás de la puerta, no sabía si había estado tocando desde hace rato o recién estaba ahí - ¿Puedo pasar?

- Sí, adelante

La puerta se abrio levemente dejando ver sólo la cabeza de su padre que le sonreía, sonrió por inercia, como si fuera una costumbre ya aprendida por su cuerpo

- ¿Qué pasó, appa? - le pregunto mientras fingia estar revisando sus cuadernos, cuando sólo no quería que lo viese a los ojos

- YeonJun está aquí - sus manos se detuvieron - Está abajo ahora mismo, te está esperando para que salgan a caminar

Su cuerpo tuvo un pequeño corto circuito dentro suyo, pues no estaba preparado para enfrentarse cara a cara con la realidad, todavía no estaba listo pero al parecer YeonJun no pensaba lo mismo. Pero claro, es un chico universitario, alguien que ya toma decisiones rápidas para su vida para no perder el tiempo. Quizás ya tomó la mejor decisión para su vida, para no gastar el tiempo de ambos

- Sí appa, ahorita bajo - giró a ver a su padre y le sonrió lo mejor que pudo, recibiendo una caricia en su cabello y un beso en la frente

Cuando la puerta de su habitación quedó cerrada y él solo nuevamente, dejó ir esa sonrisa, había sido sincera, porque era para su padre, le había sonreído a su padre, pero no podía decir lo mismo de la situación que ahora estaba pasando, realmente no podía engañarse a sí mismo de que todo iba a estar bien, sabía que después de hoy nada iba a estar bien

Él lo sabía, pero trataba de no pensar en eso

Lo que hizo simplemente en su habitación fue lavarse la cara, arreglar un poco su cabello negro y acomodar su ropa, luego de eso salió de su habitación y empezó a bajar las escaleras hasta estar al inicio de estás, donde veía a sus padres hablar con YeonJun sentados en el sofá. Cuando su aroma anunció su llegada, fue su pareja el primero en dar cuenta y giró a verlo, el pecho se le apretó al verle con esos luceros pocos encendidos y su lobo aulló para poder ir a consolarlo, pero lo único que hizo fue sonreír hacia él, quería verlo feliz, no quiero ver de ese modo porque le partía el alma

Se saludaron como habitualmente lo hacían, con leve inclinación por respeto a los mayores presentes, se acercó a despedir de sus dos padres y de su pequeña hermana que estaba despierta en los brazos de su padre Alfa, quién sólo le respondió en balbuceos llenos de baba

Ambos jóvenes salieron con sus respectivos lentes y cubrebocas para poder ocultarse al menos un poco de los posibles paparazzi, pues no estaban llevando guardaespaldas, ambos necesitaban privacidad para hablar en ese momento. YeonJun lo llevó al tan conocido parque, dónde ingresaron sin problemas por ser clientes frecuentes, caminaron en el sendero ya conocido, en el suelo tronando entre ramas y hojas secas bajo las suelas de sus zapatos. No hablaron en todo el camino, sólo se dedicaron a caminar hacia ese lugar que se podía decir que era su favorito

¡SOMOS DESTINADOS!Where stories live. Discover now