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Copiaba animadamente del pizarrón, escuchando las suaves pláticas que realizaban sus compañeros aprovechando que el maestro de esa clase estaba en reunión con los demás profesores. Ya iba en la parte final cuando sintió un leve toque en su espalda, dejó de escribir y se giró para ver a su compañera de clase, que le extendía un plumón negro indeleble y la camisa blanca que antiguamente se usaba en el colegio

- Firma mi camisa, BeomGyu. Por favor - le pidió

BeomGyu se sintió muy emocionado que le haya pedido eso, así que sin pensarlo más, tomó los objetos que le extendía para empezar a hacer lo que le pidió su compañera

Hace unos días atrás, de la última semana de clases, un compañero extranjero que tenían de otro salón, en la hora del receso, empezó a pedir las firmas de las personas para que estén en la camisa del colegio. Ellos al ser coreanos no entendieron para qué lo hacía y este les explicó que era como casi una tradición en los colegios de su país, que cuando estaban a punto de terminar el año pedían las firmas de sus compañeros para tener de recuerdo

- Ya está - le entregó ambos objetos de vuelta a la dueña - Ahora tú, fírmame - de su mochila sacó su propia camisa y su plumón indeleble para extenderle a la chica

Luego de ver lo que aquel Beta extranjero hacía, los demás compañeros empezaron a pedir también. BeomGyu los vio desde lejos y también quiso hacer y estaba esperando el momento perfecto que alguien se lo pidiera a él, para que también ese alguien le firme

- Listo - le entregó sus objetos - Con mucho cariño y buenos deseos de una compañera de la secundaria

- Muchas gracias - miró lo escrito con mucha felicidad

- BeomGyu, yo también quiero firmarte la camisa - habló su otro compañero, un Alfa - Así podré tener la firma de quien nos hizo ganar en los juegos de nuestro último año

Y así, el salón empezaron a llenarse de murmullos más altos, cada uno de los estudiantes sacó su camisa y su plumón, y los que no tenían ese plumón, esperaban a que otros le prestarán o usaban otro tipo para que puedan tener su firma. La clase quedó olvidada cuando las camisas empezaron a volar por el salón para que sean alcanzados a los que estaban en los asientos de al fondo. Nadie se levantó porque sabían que harían desorden, así que nada más siguieron con eso hasta que escucharon unos pasos provenientes en el pasillo

La puerta del salón se abrió dejando ver al profesor del curso. Miró a los alumnos que estaban perfectamente sentados con sus lapiceros en mano, en completo silencio

- ¿Ya terminaron de copiar?

- Sí, profesor Han - respondieron todos

- Muy bien. Quédense como están, dentro de unos minutos nos llamarán para su ceremonia de despedida

BeomGyu al igual que el resto se quedó callado mientras guardaba sus cosas. Miró su plumón indeleble en la mesa y su camisa en sus piernas, luego miró a su profesor. Él quería una firma del profesor Han, alguien que es más blando que los demás profesores, que enseñaba muy bien y era amigable. Era su profesor favorito y sin duda quería un recuerdo. Con un poco de nervios, se colocó de pie en su asiento y tragó saliva

- Profesor Han

- Dime, Jeon ¿Qué sucede?

- ¿Me podría firmar mi camisa, por favor? Es un recuerdo que quiero conservar ahora que ya salgo de la escuela secundaria

El ambiente quedó en tensión, en silencio absoluto. Sus demás compañeros quizás pensando que era un loco por pedirle eso a un profesor, sabiendo perfectamente la etiqueta que se maneja en la escuela. Pero BeomGyu era demasiado decidido cuando quería algo, todos deberían saber eso, se caracterizaba por obtener lo que quiere y por eso lo admiraban muchos. Además, estaba seguro que el profesor Han a llegado a oír algo relacionado a la firma de camisas, así como los demás profesores y el mismo director

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