DIFERENTE

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Por fin la inquietante espera de la joven súcubo había finalizado, era viernes y saldría con el Demonio de la radio, aunque él decía que no era una cita romántica, era obvio para ella que el demonio ciervo sería bastante difícil de conquistar, pero bueno valía la pena solo por una noche con tremendo espécimen, los toquidos hacia la puerta de su habitación no se hicieron esperar, se levantó a toda prisa observando a Valentino al abrirla, se hizo a un lado permitiéndole pasar.

El demonio polilla se sentó en la cama de la joven a vista y paciencia de la joven súcubo, su sonrisa se hizo ver desde el inicio.

-Querida, Alastor me pidió que te dejara él día de hoy exclusivamente para él, tomará todo tu tiempo, pero me pago bien por anticipado así que tengo curiosidad ¿Qué le has hecho para que se interesara en ti? Lo digo porque no hay mujer en el infierno que hiciera a ese pomposo de mierda interesarse en algo más que torturar o esclavizar almas. –

Dijo mientras le pedía a la joven Charlotte que se acercara, lo cual este realizo de manera muy obediente.

-Querida, se cuidadosa con él, tengo miedo que más que una hermosa hembra vea un potencial ingrediente para su cena. -

Dijo mientras acariciaba las mejillas de la ex princesa del infierno, Charlotte sabía que Valentino estaba completamente hechizado por ella al igual que muchos, pero sabía que el favorito obviamente era Angel.

-No se preocupe, Alastor no les hace daño a damas, sé que el sería in capaz de hacerme daño por esa pequeña razón sr Valentino por lo que no tiene de que preocuparse. -

Valentino sonrió complacido según lo que Alastor le había dicho pago el día completo para estar con la súcubo lo que le llegaba a la cabeza el ¿Qué haría todo ese tiempo con Charlie?, después de todo no era muy fan del sexo por lo que eso estaba completamente descartado para él, dejo a la sucubo sola luego de ello para que la misma se arreglara para salir con Alastor pero por más que la joven buscaba entre sus ropas no tenía nada decente que la hiciera verse medianamente presentable al lado de Alastor, cuando este llego, Charlotte portaba una miniseta y una falda negra, lo suficientemente corta que si se agachaba le haría notar a cualquiera que era una fémina, Alastor no evitó tragar saliva al ver acentuadas las curvas de aquella hermosa súcubo.

-Buenas tardes señorita Charlotte, espero recuerde nuestro punto de socialización, necesito primero llevarte a un lugar para cambiar ese atuendo que definitivamente no deja mucho a la imaginación, lo que menos necesito es que las miradas se centren en mi acompañante-

Dijo mientras ofrecía su brazo para caminar con la chica, pronto se encontraron frente a las puertas del emporium de Rossie, la rubia observó como la dama dueña de aquel local saludaba con euforia.

-Oh Alastor querido, me alegra que vengas a mi emporio desde que murió Frankie no había vuelto a mi humilde local, ¿será acaso que te dolió que muriera acaso? -

Alastor se carcajeo con gana al escuchar lo dicho por Rossie.

-Oh no querida Rossie además hace algunos días atrás nos habíamos visto, y no vengo a tu comercio porque no tengo porque comprar vestidos salvo por esta ocasión, me acompaña una dama que como podrás ver no viste como una dama muy recatada y se me hace algo incómodo verla así, por lo que confió en tus gustos para vestirla, no te preocupes pagaré muy bien tu servicio, mientras le ayudas iré a reservar mi lugar favorito. -

Dijo mientras los ojos de Rossie se cernían sobre la dama de cabellos rubios.

-Oh buen día señorita Charlotte, así que ¿una cita con Alastor? -

La joven súcubo se ruborizo y negó con la cabeza.

-Oh no para nada, lo ofendería con eso señorita Rossie, el solo quiere charlar-

EL DILEMA DE LA SUCUBOWhere stories live. Discover now