UN INFILTRADO NO ESPERADO

268 36 11
                                    

Pronto Vox llegó, el mismo tubo que arrastrar al mitad ciervo quien a mitad del camino habría quedado nuevamente completamente sumido en un sueño profundo, Valentino al verlo con dificultades en la puerta, tomo al mitad ciervo y lo cargo como si no pesara absolutamente nada.

- ¿Enserio tiene dificultades para levantar a este mondadientes? –

Vox se enfadó mientras seguía a Valentino hasta una de las habitaciones, Valentino sintió el deseo de jugar un poco con el joven de cabellos rojos.

-Debo admitir Vox que posees un gusto exquisito, Alastor es muy atractivo-

Dijo mientras acariciaba con suavidad el rostro del joven demonio Radio, eso hasta que sintió un manotazo sobre el dorso de sus manos.

-Él es mío, solo yo puedo disfrutarlo, tu tendrás tu tiempo cuando me cansé de él. -

Valentino suspiro con fastidio, a veces Vox si lo deseaba podía ser un dolor de muelas, decidió dejarlo a solas con Vox, el mismo le picaban las manos por llegar a tocar, todo aquello que pertenecía a la insípida rubiecita, él sabía que la joven era completamente una belleza y demás pero su interés en su enemigo declarado podía más que él, decidió dejarle un beso en aquellos apetecibles labios que poseía el muy miserable demonio Alastor, para dejarlo descansar, más tarde se divertiría con él o eso esperaba.

Mientras en el castillo, Charlotte comenzaba a caminar de arriba hacia abajo, preguntándose ¿Dónde podrían estar los muy miserables? Pronto la joven notó que su sombra se movía por si sola

-Me sorprende que no hayas utilizado a tu sombre para rastrear la de Alastor, muy pocos demonios controlan este ente por ejemplo yo, tu madre, Alastor y tú. -

La princesa descubría otro nuevo poder que había olvidado por completo ya que con ella era con quien jugaba a la hora del té.

-Perdóname por olvidarte tantos años, incluso ignoraba que podías moverte sin mí, ¿la sombra de Alastor también puede moverse sola? –

La joven ignoraba, que Alastor a veces le vigilaba con ayuda de su sombra, más después del problema del secuestro, sus momentos favoritos era cuando la vigilaba mientras esta se daba un baño caliente o una ducha rápida, esas imágenes le servían lo suficientemente bien cuando se encontraba lejos de ella como las últimas semanas.

-Sí, lo he visto hacer uso de ella en algunas charlas o reuniones que he tenido con él, ya sabes por lo de tu futuro con él. -

Charlotte no lo soporto más y rompió en llanto, en los últimos días habría estado más susceptible gracias al embarazo y a la preocupación que esta tenía por su querido prometido Lilith llegó inmediatamente con ello, intento de calmar a su hija.

-Tranquila mi niña, te preparare mi famoso pastel de manzana, con mucho helado y jarabe de chocolate-

Charlotte pareció calmarse un poco con lo que había dicho su hermosa madre y se llevó a Lucifer a otro lugar para hablar directamente con él.

- ¿Puedo saber que le dijiste? -

Lucifer negó ni el mismo entendía que había dicho tan malo para que se pusiere de aquella manera.

-Bizcochito de manzana te lo juro por mi trono que no le dije nada además de lo de su sombra y que algunos como su "prometido" sabían utilizar la misma-

Lilith parecía no creerle, suspiro con fastidio y fue hacia la cocina a preparar el dichoso pastel que le había prometido a su querida y llorona hija, mientras esta misma se fue a su habitación abrazando una de las camisas del mitad ciervo, la puerta sonó haciéndola sobre saltarse.

- ¿Princesa puedo pasar? -

La voz de Husk resonó del otro lado, la princesa se secó las lágrimas con el dorso de su delicada mano.

-Pasa Husk-

El demonio felino suspiro al ver en aquella manera a la hermosa sucubo que le habría robado el sueño, el deseo y su corazón.

-No tiene por qué llorar, ese hijo de puta siempre sale ileso de este tipo de situaciones-

La princesa no parecía muy convencida, con la mirada y un gesto de su mano el demonio gatuno solicito el permiso para sentarse al lado de la dama, la misma asintió y se hizo a un lado.

-Mira, sé que puedes estar preocupada, después de todo es el miserable que consiguió enamorarte y embarazarte por lo que veo, no debes subestimarlo, luchó a tu lado apoyándote, evito que las cosas fueren más difíciles, ya que el hubiere cedido todo por tu seguridad y por resguardar a su bebé una vez lo hizo sin pensarlo dos veces-

La princesa sintió un vuelco en su pecho al recordar lo acontecido a su primer bebé, aún se sentía culpable por dudar de su amado aquella vez, llevó la mano a su vientre como manera de consuelo, procuraría esta vez sería diferente.

-Piense bien lo que va a hacer y cómo va actuar, siempre resguardando su vida y la de su hijo, al hijo de perra no le gustaría que se arriesgue-

Charlotte asintió con suavidad, ella sabía que aquel demonio decía la verdad, Alastor le reprocharía si se arriesga por salvarlo.

- ¿Entonces qué hago? Pronto pasara un día y no he dado una respuesta-

El demonio alado se puso a pensar detenidamente, había un último recurso, Alastor regularmente lo utilizaba cuando estaba completamente ocupado y no podía ir presencialmente a una invocación.

-Hay una muy minúscula posibilidad que la sombra de tu novio no esté dormida, necesito invocar a tu esposo, como no responderá vendrá su sombra, puede que funcione a cómo puede que no, asi que espero que estés preparada para enfrentar lo que se dé, te digo de una vez si ella no te conoce será un poco hostil-

La misma se secó las lágrimas y abrazó a Husk.

-Gracias Husk-

El mismo nisiquiera supo cómo reaccionar ante el ataque de alegría de aquella sucubo, pero adoraba el aroma y el calor de estar entre los brazos de la princesa.

- ¿Cómo lo invocamos?

Pregunto la joven, un poco más animada, Husk por su parte, se pudo de pie y fue rápidamente a buscar el libro de invocaciones de Alastor.

-Aquí está, hasta la dejo en negrito, es raro que siendo él lo único que le importa asi mismo haya hecho espacio para ti y para su futuro bebé. –

Charlotte sonrió al ver la clara letra de Alastor.

-Tiene bonita caligrafía. -

Husk suspiro con fastidio, para luego leer.

-Primero necesitaremos dos corazones de ciervo, un plato de ¿Jambalaya enserio Alastor?, dibujar con sangre propia una wicka de 6 puntas, un mechón de cabello, una asta de ciervo, la lengua de un gato negro y una prenda color rojo. –

Husk suspiro y volteo a ver a Charlotte, necesitaremos tres cosas que no están en el infierno, me temó que él único idiota adicto al Jambalaya es tu estúpido marido, las prendas rojas, bueno tienes como 1000 de donde escoger, la wicka podemos dibujarla con mí. -

En ese momento Charlotte lo detuvo, el mismo la miró con sorpresa.

-No tú ya tienes suficiente deuda para con Alastor, si este se cobra algo que sea de mí-

Husk arqueo una ceja, sabía que por ser su esposa posiblemente con ella sería más flexible, por lo que acepto

-Por lo otro, le pediré ayuda a papá sé que puede ayudarme a conseguirlo. -

El mismo suspiró con alivio por un segundo pensó que tendría que ir nuevamente a la superficie a espantar más humanos como la última vez que fue por los chocolates y todas las cosas estúpidas que Alastor le había solicitado los primeros días de aquel primer embarazo.

-Perfecto, entonces yo te ayudaré a invocarlo, dándote lo que debes decir exactamente durante el rito. -

EL DILEMA DE LA SUCUBOOù les histoires vivent. Découvrez maintenant