Blair se rió, ya había logrado sentarse y ahora solo escuchaba a Jungkook decir sus exageraciones mientras Seokjin le miraba con clara molestia. Su madre le había avisado a Jungkook y fuera de eso le había pedido que le avisara al mayor en caso de que desearan pasar a visitarla ya que estaría un buen tiempo internada.
Traía el cubrebocas puesto, pero el cabello recogido, así que se le podía apreciar un poco, tomó su mano.
—¿Cómo te sientes? ¿Mejor?
—Si, antes no podía moverme pero ahora... todo está bien.
—Te ves preciosa, de todas maneras— elogió Jungkook— el hospital no apaga tu brillo.
Rió, le gustaban mucho esos cumplidos, la hacían sentir menos triste.
—Gracias, Jungkookie.
—No hay de qué. Iré a comprarnos el desayuno a los tres porque no hemos desayunado y... ya es almuerzo. En fin, quédate con mi hombre.
Blanqueó la mirada, respirando paz cuando se fue.
—Eso le dijo a la recepcionista cuando llegamos a preguntar por ti, admito que yo estaba muy asustado y le grité a la pobre señora— dejó la silla para sentarse al borde de la cama— y él dijo al cómo... disculpe a mi hombre, está alterado.
—Clásico de Jungkook. Ya te acostumbras.
Asintió, dándole la razón. Apretó su mano otro poco y la observó atento.
—¿Qué fue lo que pasó para que acabaras aquí de nuevo?
Con un nudo en la garganta, le contó resumidamente la situación, contenta de que la escuchara sin interrumpir, suspiró cuando terminó.
—¿Estás molesto conmigo?
—Claro que no, tonta. Estoy molesto, pero no contigo, tú no tienes la culpa de nada.— le aseguró, dejando el agarre para acariciar su cabeza— ¿Ahora? Vamos a seguir intentando mejorar.
—Volveré a empezar, supongo.— soltó una risita nerviosa— Tengo que intentarlo mejor esta vez.
—Y las veces que sean necesarias hasta que lo logres. No es la primera vez que tienes una recaída, supongo.
—Si, no es la primera vez.
—Entonces hay que continuar.
Asintió cabizbaja, vio a sus manos durante algunos segundos antes de alzar la mirada, Seokjin seguía viéndola. Blair se había acostumbrado a su rostro sin mascarilla y en todo su esplendor, así que llevó ambas manos a su rostro y le quitó el cubrebocas.
—Te ves guapo así— rió bajito.
—¿Guapo? Vaya, no me dicen eso muy seguido— sonrió— no debo decirte lo mismo, es algo que ya debes de saber, tú eres muy guapa, Blair.
Negó con la cabeza.
—Solo tú piensas eso.
—El loco de Jungkook te acaba de llamar preciosa, no soy el único. Pero si el más importante, conste.
Rieron juntos. El mencionado llegó momentos más tarde con las manos llenas y los padres de Blair siguiéndole, Seokjin se avergonzó un poco al presentarse, pero logró acoplarse un rato después de escuchar a la madre de Blair siendo tan alegre y ocurrente, sintiéndose cómodo cuando ninguno de los dos adultos le miraron con extrañeza o hicieron preguntas sobre su apariencia, entonces le dió la razón a Blair cuando esta le dijo que sus padres eran personas asombrosas.
Pasaron un buen rato todos.
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