Doloroso Amor

Capítulo 2

Al día siguiente, WanYin se despertó de su sueño.

Antes de que estuviera completamente consiente, le arrojaron una caja de píldoras anticonceptivas.

— Toma esto

WanYin levantó la cabeza y vio que XiChen ya estaba completamente vestido. Se veía frio y elegante, completamente diferente al violento diablo que había sido la noche anterior.

Al mirar la caja de píldoras anticonceptivas, el corazón de WanYin comenzó a temblar.

Él ya estaba esperando un bebé y no debería tomar píldoras anticonceptivas. Haría que el bebé se deforme.

— ¿Por qué no te lo estás tomando? ¿Quieres que te lo dé yo?

Cuando XiChen vio que WanYin no se movía, se agito un poco.

— WanYin, te lo estoy diciendo. Ni siquiera pienses en tener a mi hijo. Eres solo un vil desvergonzado que mordería la mano que te alimenta ¡No mereces tener a mi hijo!

Las palabras del hombre rompieron el corazón de WanYin.

Ya era verano, pero WanYin podía sentir una brisa fría invadiendo violentamente su corazón.

Él había pensado que el niño sería el gran avance en su relación, pero parecía que había sido demasiado ingenuo.

Ahora, ni siquiera tuvo el coraje de decirle al hombre que estaba embarazado de su hijo.

Por lo tanto, bajo la mirada fría y atenta de XiChen, no tuvo elección. Saco una pastilla y fingió tragarla. Pero en realidad, escondió la pastilla debajo de su lengua.

WanYin se sintió culpable. Tenía miedo de que XiChen pudiera ver a través de él. Sin embargo, en ese momento sonó su teléfono.

XiChen miró el identificador de llamadas y respondió la llamada sin dudarlo. Inmediatamente sus cejas se fruncieron.

— ¿Que? ¿GuangYao intentó suicidarse? ¡Voy enseguida!

WanYin se sorprendió por la noticia ¿A-Yao había intentado suicidarse?

Él ignoro la incomodidad en su cuerpo  y se limpió rápidamente. Luego se puso una prenda al azar y corrió escaleras abajo.

XiChen había encendido el coche y estaba a punto de marcharse. Sin embargo, la puerta del asiento del copiloto se abrió de repente.

— Quita tu sucia mano ¿Quién te dio permiso de sentarte en mi coche?

Las frías y despiadadas palabras del hombre hicieron que WanYin retirara rápidamente su mano. Él era tan insignificante como la suciedad cada vez que miraba a XiChen.

— XiChen, estoy preocupado por A-Yao. Déjame ir contigo.

— ¿Estas preocupado? ¿No deberías de ser él más feliz si GuangYao muere?

Lo miró fríamente con desprecio en sus ojos. Luego pisó el acelerador.

El rostro de WanYin estaba pálido. Después de quedarse aturdido por unos segundos, llamó a un taxi y siguió el coche de XiChen.

En el hospital del centro de la ciudad, WanYin siguió a XiChen hasta una habitación.

Allí, vio con una mirada de preocupación en su rostro, mientras XiChen caminaba hacia la cama. En ese momento, se podía ver a GuangYao sentado en la cama con el rostro pálido. Tenía los ojos húmedos y parecía alterado.

Sin embargo, fue una suerte que él no estuviera en peligro. WanYin dejó escapar un suspiro de alivio.

Cuando GuangYao vio a XiChen, su rostro decayó. Él cayó en sus brazos de manera devastadora.

— XiChen...

Gritó el nombre de XiChen con dulzura y le contó sus agravios mientras estaba envuelto en sus  brazos.

A los ojos de WanYin, XiChen y GuangYao parecían una pareja amorosa, mientras que él era soló un extraño.

WanYin reprimió la tristeza en su corazón y camino hacia adelante.

— A-Yao...

— ¡WanYin, maldito ingrato! ¿Cómo te atreves a venir a ver a GuangYao?

Justo cuando WanYin estaba a punto de acercarse, una voz enojada lo regaño. 

La voz le resultaba familiar. Era la madre de GuangYao. La señora Jin.

WanYin se dio la vuelta y recibió una fuerte bofetada en la cara. En consecuencia, su visión se volvió borrosa por el impacto de la bofetada.

— ¡Maldito desvergonzado! Te adoptamos por bondad ¡Te alimentamos, te vestimos y, al final, te convertiste en el ingrato que le arrebató el prometido a GuangYao!

De repente, la Señora Jin comenzó a hablar de cómo se había acostado con XiChen tres meses antes. Sin embargo, él no había planeado que sucediera.

WanYin quiso explicarse, pero recibió otra bofetada en el otro lado de la cara.

La comisura de sus labios comenzó a sangrar después de la bofetada. Además, comenzó a ver estrellas y casi se cae como resultado. Después, Jin Guangshan, su padre, le gritó al oído.

— WanYin, a partir de este día, ya no eres un Jin ¡No tenemos un hijo que sea tan desvergonzado como para hacer cualquier cosa para conseguir lo que quiere!

Después de decir eso, Guangshan pateó a WanYin.