X-Zodiac

Capítulo 25

Narra Matt
Realmente no sabía con quien seguir, todos eran buenas opciones.

Narra Géminis
Me dirigí a hablar con Sagitario, no sabía muy bien que decirle, mejor no me hacerco a su habitación... o si. Pero si voy ¿que le digo? Que sigo sintiendo lago por el, y luego volvemos felices como si nada hubiese pasado.

Me dirigí a su habitación y justo de ella salía Graciela.

- Hola - me saludo

- Hola - imite la misma acción - ¿Esta Sagitario? - dije asomándome para lograr ver algo pero ella me lo impidió

- Si esta - dijo cerrando la puerta tras ella - pero no creo que quiera hablar con alguien como tu - dijo - pero no lo tomes a mal, no quiero decir que eres poca cosa ni nada, solo que el esta confundido y solo yo puedo llegar a él, estoy estudiando psicología y entiendo esas cosas, el dice cosas muy locas y no esta muy cuerdo para tener una conversación... normal -

- Si pero solo... -

- Haber niña - dijo - Sagitario ya no es tu novio, el ahora es mio, porque soy la única que lo entiende. Él siempre me dice que cuando estaban juntos eras la persona mas insoportable del mundo... pero creo que eso no ha cambiando mucho ¿o si? - yo no dije nada, me las iba a pagar - pero claro que para todo el mundo eres insoportable, por eso el ya no te quiere -

Ella solo se fue y siguió su camino.

Me fui a mi habitación.

No iba a llorar, no iba a llorar, no iba a llorar.... demasiado tarde. ¿Por que tenia que ser tan horrenda? Todo lo que ella digo es cierto, yo era una asquerosa.

Dirigí la vista al espejo que estaba en el cuarto y me mire. Me dirigí a el.

- Eres horrible, asquerosa, repugnante, la cosa mas fea en este mundo, eres un accidente, tendrías que estar muerta, cosa estúpida - empecé a llorar pero luego de unos minutos pegue un grito y de un solo golpe rompí el espejo en mil trocitos.

Vi como mi puño estaba sangrando.

- Eso es lo que te mereces, por ser tan horrenda - dije mirando uno de los critales rotos en el piso

Salí de la escuela, necesitaba despejar mi mente. Estuve caminando por un largo tiempo, hasta que mis pies se cansaron y decidí parar.

Me senté en el piso lloré, me odio.

- ¿Se puede saber porque? - se escuchó una voz, una voz que reconocería donde fuera

- ¿Libra? -

- Si cariño, soy yo - dijo con una sonrisa - Ahora dime ¿por que te odias?

- Pero yo jamas... -

- Jamas dijiste eso en voz alta lo se -

- ¿Pero como es que... -

- Mis poderes -

- Pero tu... no tienes esos poderes -

- Claro que los tengo -

- Yo... no lo sabia - dije cabizbaja

- No bajes la cabeza jamas - dijo ella

- Lo siento -

- No lo lamentes, tu no hiciste nada malo -

- ¿Como haces? - pregunte a lo que ella me miro confundida - ¿Como haces para ser tan linda? -

- ¿Por que preguntas eso? -

- Porque lo eres -

- Lo se, pero tu también eres hermosa -

- Es el mejor chiste que has contado hasta ahora -