Capitulo 50

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Alexandra

Asomé apenas la mirada por el pasillo a mi derecha para ver su perfil, solo para asegurarme de que no había visto mal, que la vida todavía me odiaba y que efectivamente le encantaba reírse de mí. Totalmente contrario, y ajeno, a la tensión que se había adueñado de mi cuerpo, aquel rubio estaba de pie con un paquete de cereales en cada mano y parecía debatir si llevaba cereales con o sin azúcar.

¿Quién rayos tenía el ánimo para reflexionar tanto sobre cereal a las 8am un sábado? Pues claro, Steve Grant Rogers. Mi querido soldadito de plomo.

Retrocedí regresando a mi posición inicial, por lo que quedé agazapada con la espalda contra el estante de pastas, haciendo sonar suave e imperceptiblemente un paquete de Luchetti, mientras me preguntaba como es que había terminado en esta situación.

Cierto. Todo era culpa de Ethan.

Había despertado muy temprano esa mañana, no porque quisiera. Mi estomago me había obligado a levantarme puesto que no había comido nada la noche anterior y estaba hambrienta, pero cuando había arrastrado mis pies hasta el refrigerador del departamento en busca de alimento lo había encontrado totalmente vacío. Aun estando medio dormida el culpable fue obvio para mí. Desventajas de vivir con un velocista.

Flashback

–¡Hijo de puta! –Había pateado el refrigerador, sintiendo el dolor invadir su pie antes de girarse dando saltitos para recargarse en la isla de la cocina.

Escuché la risa del rubio, quien me voló el cabello, al pasar dejando la heladera aun más vacía de lo que estaba antes. Se frenó a unos metros de mí con una bandeja en la que llevaba un desayuno improvisado y me guiñó un ojo con fingida picardía.

–¡Quien se duerme, pierde! –Se burló, sacándome la lengua antes de desaparecerse por el pasillo en dirección de los dormitorios.

–Ese maldito...–

Fin de flashback

Había estado tan molesta, y con tantas ganas de asesinar a esa copia barata de Flash, que ni siquiera me fijé en como iba vestida, simplemente tomé mi abrigo murmurando maldiciones que solo en mi mente era capaz de entender y salí dando un portazo para hacer un viaje al supermercado.

Así que ahí estaba yo. Con el cabello revuelto, enfundada en mi pijama de The Pink Panther y pantuflas a juego, porque la comodidad iba primero, escondiéndome del rubio que había estado en mis sueños durante los años que estuve lejos de él. No podía permitir que me viera, al menos no todavía, aún estaba debatiendo internamente si regresar con ellos y... Más importante, si ellos aún me aceptarían, si me perdonarían por desaparecer así de la nada.

Lentamente me deslicé por el pasillo intentando alcanzar la intersección, que me llevaría más lejos de él, sin soltar la canasta roja en la que ya había cargado las compras del día. Me acomodé el cabello a los lados del rostro y subí la capucha de mi pijama por si acaso él lograba atraparme e intentaba verme.

Pasaron unos cuantos minutos en los que me estuve escabullendo entre pasillos con la esperanza de perderlo o que ya se hubiera ido, terminé frente al estante de las galletas y alcé la vista, viendo como las Oreos me llamaban desde lo alto de la góndola. Miré a mis costados antes de levantarme lentamente para poder alcanzarlos, estirándome un poco más y sonreí para mi misma cuando lo logré. Tal vez si había crecido algo en mi tiempo lejos, recordaba cuando Steve tenía que levantarme para que pudiera llegar a tomar alguna cosa de esos estantes.

Tomé el paquete y volví a echar un vistazo a mi alrededor, todo parecía tranquilo, seguramente él ya se habría ido. Así que, con total calma, tomé otros cinco paquetes y los eché a la canasta, para después dirigirme a la caja registradora. Tarareé la cancioncita que sonaba en los parlantes del supermercado mientras caminaba menenando ligeramente las caderas, la tonada me sonaba, pero no podía recordar de donde y trataba de prestar atención a la letra mientras avanzaba hasta que choqué con una columna causando que me fuera hacia atrás, golpeándome el trasero contra el piso.

Four Elements [The Avengers] [PAUSADA]Where stories live. Discover now