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-"Naoya... Cariño~ despierta" sonreiste mientras besabas levemente su rostro

-"Mm... Déjame dormir..." se quejó dándose la vuelta

-"Okay~ iré a desayunar, si?" besaste su oreja y te levantaste

Él se quedó en su lugar unos momentos.

Se levantó de golpe cuando se dio cuenta de lo que acababa de pasar.

Me intentó despertar? Con besos?

Fue gentil conmigo?

Se quedó analizando la situación por unos segundos más antes de levantarse y empezar a perseguirte.

-"(T/n)!!" gritó tu nombre

Te asustaste un poco por el repentino grito, junto con todos los que estaban a tu alrededor, que eran sirvientes, voltearon en dirección a él.

-"Mm? Qué pasa?" terminaste de tragar antes de hablar

-"Qué planeas hacer? Dímelo ya mismo" se acercó de golpe a ti

Alzaste una ceja y te cruzaste de brazos.

-"Creo que merezco un mejor trato, qué te pasa? Te levantaste mal acaso?"

-"Tú... Tú eres la que derrepente es buena conmigo! Algo debes estar tramando! Siempre tienen intensiones ocultas ustedes las mujeres! Dímelo ya mismo! O te lo sacaré a la fuerza" tomó tu mandíbula en su mano y te obligó a mantener el contacto visual

-"Ugh, realmente estas traumado, y ni siquiera puedo estar enojada porque me das pena" te quejaste

Sujetó con mayor fuerza tu mandíbula y te quedó mirando fijamente.

-"No juegues conmigo"

-"No tengo intensiones ocultas!" te separaste de golpe "Si quieres puedo tratarte para la mierda!"

-"No te atrevas a hablarme así!"

-"Pruebame, perra" le dijiste frunciendo el ceño

-"Ahora si-"

Él llevo su mano dentro de su camisa y tu a tu manga, iban a sacar sus dagas que tenían escondidas.

Los sirvientes fueron rápido a separarlos antes de que alguno de ustedes termine apuñalado.

-"No me toquen!" Naoya se quejó

-"Esta bien, suficiente" Alzaste las manos y los sirvientes te soltaron lentamente

Naoya a la fuerza se zafó de los sirvientes, daga en mano aún.

-"No me vuelvan a tocar! Ustedes- inútiles!" gritó increíblemente fastidiado moviendo su daga descuidadamente

El sonido de sorpresa de los sirvientes le llamó la atención, observó el filo de la daga, el cual tenía sangre, y gotas de la misma en el suelo.

Alzó su mirada y te vió sujetando tu rostro entre tus manos, impidiendole verlo.

-"Señora!" sirvientes acudieron a ti con rapidez y te alejaron de Naoya para llevarte a revisar

-"Yo..." se quedó quieto en su lugar mirando su daga en mano "Maldición!" la guardó rápidamente y se marchó de aquel lugar

Se quedó encerrado en un cuarto vacío, sentado completamente sólo, con su mano en su frente, no paraba de pensar.

Le corté el rostro...

Habrá sido profundo el corte?

Habré dañado su ojo?

Mierda... Esto es malo, esto es malo

No pude haber arruinado su rostro... Es algo valioso...

Pero algun hechicero que conozca de hechizo inverso seguro puede curarla y hasta hacer la cicatriz desaparecer.

No había ninguna pauta que me impedía dañarla en el contrato... No he hecho nada fuera de normas...

Estará bien?...

Cuando escuchó la puerta del cuarto abrirse se dio la vuelta y gruño.

-"Lárgate. Quiero estar sol-" no pudo acabar la frase

-"Espero que estes contento" lo miraste apoyada en el marco de la puerta

Una cicatriz en la mitad de tu rostro, iba del borde de tu labio izquierdo hasta abajo de tu ojo del mismo lado, una cicatriz en diagonal.

-""No pudieron quitar la cicatriz?..." preguntó mirandote

-"Si, pueden, pero me rehusó a que me la quiten" te acercaste a él "Que sea un recordatorio para ti, cada vez que veas mi cara"

-"No puedes tener una cicatriz en tu rostro, eso va a-"

-"Por qué?" ladeaste la cabeza "No me va a importar lo que digas... No me la voy a quitar.... No hasta que aprendas a como actuar bien de una vez por todas" apretaste tus mejilla obligandolo a verte "Así que escucha, y mirame bien, no sé un carajo de lo que te haya ocurrido para acabar así. Pero no puedes seguir atormentado por lo mismo, sólo vas a arruinarte más"

-"A qué te refieres?"

-"Este odio! Este odio a las mujeres! Está necesidad de ser superior a todos! Solo consigues odio! Odio! Y más odio!" hablabas entre dientes

Suspiraste y soltaste su rostro dispuesta a irte de aquel cuarto.

-"Los tiranos sólo consiguen una vida miserable... Un destino horrible...y un recuerdo de ellos desastrozo... Ten eso en mente"

Le comentaste para luego dejarlo sólo allí, como él había pedido. 

Bajo las leyes de mi esposa - Naoya x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora