Violant de plata (BL/Yaoi) [WebNovel Japonesa]

Capítulo 1 "El nuevo caballero: Parte 1"

Ciudad Leca, localizada en la región noroeste del territorio de los Lesserhain.

—Que tiempo tan agradable —Dijo Vio, disfrutando de una taza de té en su habitación como de costumbre.

Dos años habían pasado desde aquel día de invierno. El día en el que el verdadero Vio murió y el alma de Mikumo Yamato entró en su cuerpo. Actualmente, Vio tenía quince años.

Junto con unos pocos sirvientes, vivía en una mansión ubicada en una ladera* en ciudad Leca.

Como ciudad Leca estaba localizada a los pies de la cordillera Alpé, los inviernos se hacían largos. Aún así, la primavera por fin había llegado. En el jardín, flores de colores claros habían empezado a florecer. Vio tomó un sorbo de su té mientras miraba a Ed, el jardinero que atendía diligentemente los árboles. Se preguntó si debería continuar con su lectura hasta el almuerzo.

Había leído la mayoría de los libros en su estudio los últimos dos años, pero no había nada de malo en releerlos y repasar la información.

Unas mariposas bailaban entre las flores. Ah, cierto. Quizá debería mejorar por este rato la técnica de magia espiritual. La que preparé para entretener a la gente. La de las luces con forma de mariposas revoloteando con el viento...

Sus pensamientos rondaron entre la estructural fórmula de la técnica cuando el sonido de golpeteos en la puerta lo liberaron de su ensueño. Vio permitió entrar a la persona. Un viejo mayordomo de buen físico dio un paso dentro con un sobre en las manos.

—Joven maestro, ha recibido una carta de su gracia.

—Ya veo. Siento la molestia, Jill.

Recibiendo la carta, Vio le dio la vuelta. Detrás, las palabras "Viola Lesserhain" resaltaban con una hermosa caligrafía. El nombre de la madre de Vio.

Después, dirigió su mirada al escritorio en busca de un abrecartas. Antes de llegar más lejos, Jill le entregó uno.

—Por favor use esto, joven maestro.

—Gracias —dijo Vio, encontrándolo atento, sin perder tiempo para abrir el sello. — Mi madre es una persona tan aplicada. Sigue enviándome cartas una vez a la semana. Debido a esto no tengo tiempo suficiente para responder.

—En realidad, recibí una carta suya también. Su gracia me ordenó que me asegurara de que respondiera sus cartas.

—Oh, vaya. Entonces estoy en problemas. —Una sonrisa torcida se extendió en los labios de Vio. Incluso si Jill le instaba por una respuesta, no lo haría. De todas maneras, no tenía nada que escribir.

—A su gracia le preocupa si el joven maestro está viviendo bien. Después de todo, está viviendo aquí solo en este lugar, bien lejos de la residencia del Duque.

—Me siento apologético* en torno a mi madre, pero también muy a gusto ya que no debo estar frente a la presencia de mi hermano. Estoy cansado de que se burle de mi todo el día. Sigue diciendo "Ni si quiera puedes salir de casa, que vergüenza" o llamándome "la desgracia de nuestra honorable familia".

—Por favor no tenga en cuenta el abusivo lenguaje de esa persona. No es culpa del joven maestro que no pueda salir fuera —Dijo Jill, con ira acordonada en sus palabras. Entonces, su tono se tornó más gentil a medida que continuaba hablando— Además, el joven maestro sobresale en magia espiritual. Eso ya es suficiente. —Aunque Jill frecuentemente mantenía la calma, su rostro intimidaba siempre que Vio mencionaba a su hermano mayor, Rufeus.

Jill era originalmente el mayordomo personal de su madre. Cabe decir que fue consciente de Vio desde que era un niño.

Antes de que el alma de Yamato entrara en su cuerpo, Vio no era más que el hijo patético de la familia. Era inferior a su hermano mayor, quien era cinco años mayor, en todo: artes marciales, estudios, etiqueta y magia espiritual. Por esta razón, todos hablaban mal de él a sus espaldas y le dieron el apodo de "el hijo incompetente". Dado su escaso talento, incluso Rufeus y su padre le miraban con indiferencia.