Un Tono Inusual [+18]

Capítulo V

Cuando desperté me removí incomoda en la cama tratando de tapar lo más posible mis ojos con mis brazos ya que sentía como la iluminación de la ventana del cuarto de Maddie entraba directamente hacia nuestros cuerpos desvanecidos en la cama.

Como es posible que pueda dormir con tanta luz quizás siempre fue así solo que hasta ahora que tengo una gran resaca siento que esto me molesta y quisiera estar en mi maldita habitación que parece una cueva sumida en oscuridad.

Una vez que ya me acostumbré a la luz traté de abrir bien mis ojos enfocando mi mirada en el pequeño reloj digital que tenía a un costado sobre una pequeña mesa de cristal.

La hora que marcaba el reloj pasaba de las dos de la tarde eso explicaba porque el sol estaba en su máximo esplendor. Traté de enderezarme un poco, pero me fue casi imposible en cuanto quise hacerlo sentí como si me hubiesen dado una apuñalada en mi cabeza y todo comenzó a darme vueltas.

Espere un momento en la cama masajeando mi cabeza un poco ni siquiera se si serviría de algo, pero sólo quería que acabara ya que tenía ganas de usar el baño urgente.

Cuando sentí que el dolor se desvanecía un poco me incorporé completamente de pie y dirigiéndome a un pequeño sillón individual color blanco que tenía al final de la habitación que por cierto combinaba perfectamente con la decoración de colores claros de la habitación así que me dirigí hacia el para tomar mis vaqueros y ponérmelo.

Tuve que sentarme por qué por poco pierdo el equilibrio y caigo de lado ya que aún me sentía un poco aturdida por la luz y no aguantaba el dolor que emanaba de mi cabeza.

Una vez que logre ponérmelos me dirigí a la pequeña mesita y tome mi móvil de enzima de ella y eche un vistazo a Maddie que seguía profundamente dormida en una extraña posición extendida por toda la cama y con el pelo despeinado por todos lados y pequeños ronquidos salían de su boca dejando en claro que no despertaría pronto así que mejor sólo salí directo al baño que ya se me hacía que no llegaba y sentía mi vientre muy inflamado a consecuencia de lo mismo.

Una vez que hice mis necesidades tomé un trago de enjuague bocal jugueteando con él un poco en mi boca para posteriormente escupirlo en el lavamanos y untar una gran cantidad de agua fría en mi cara haciéndome reaccionar y estremecerme.

Cuando salí del baño regrese al cuarto de Maddie tome mi chaqueta y aun con su playera puesta me dirigí directamente hacia la salida con mi chaqueta en un brazo y mi móvil en mis vaqueros.

Sólo estaba deseando no encontrarme a Nick en la salida porque no podía dejar de pensar en todo lo sucedido desde mi último pensamiento antes de dormir y lo primero que se me vino a la mente al despertar aun dejándome pasmada y aturdida por como lo desfrute tanto y eso me hacia sentir cada vez peor.

Cuando llegue al final de las escaleras solté un gran suspiro y decidida a irme sin voltear a ningún lado me encamine hasta que la voz de Thomi proveniente de la cocina en donde probablemente estaba husmeando algo para comer, porque joder come demasiado y siempre mantiene su cuerpo muy bien como suele hacerle, no lo sé, quizás alguna clase de brujería o que se yo nunca lo eh visto hacer ejercicio más que cuando corre por comida.

-Supongo que por tu aspecto acabas de resucitar. -soltando una pequeña risa por lo bajo tratando de ocultar una gran carcajada de su mismo chiste que siendo sincera si me hizo sonreír.

-Bueno pues si no hablara hasta pensarías que soy un zombie como puedes ver siempre suelo estar un poco más presentable. -No pude evitarlo y me encaminé hacia él a paso lento pero decidido.

-Oh claro que lo estas. -En cuanto estuve frente a él me acerque y deposite un beso en su mejilla como solía hacerlo siempre y después despeinar un poco su cabello porque me gustaba hacerlo y sabía que le molestaba, sólo puso sus ojos en blanco haciendo una de esas caras raras que solía hacer y tome asiento a un costado de él.

-Quieres un poco de cereal, puedo pasarte un plato

-Pero, porque? si yo ya tengo uno. -sin más arrastre su plato hacia mí.

-Solo porque eres tú si no créeme que esto sería como una guerra. -Y no le quedo otra opción que levantarse por otro plato para él.

-Enserio me alagas Thomi.

Estuvimos comiendo mientras que en su móvil estábamos viendo unos capítulos de una caricatura que le gusta mucho a él, no es una de mis preferidas, pero si la suya.

Una vez que estábamos por terminar nuestros cereales, no supe en qué momento entro Nick en la cocina, no fue hasta que escuche como fuertemente se cerró la puerta del refrigerador haciéndome pegar un brinco en mi asiento.

-Desayunando a estas horas. -hablo mientras que después dio un gran sorbo a un refresco que había sacado del refrigerador.

-Nunca cae mal un cereal. -hablo Thomi encogiéndose en hombros para restarle importancia en cambio yo desde que mire que se trataba de él tenía mi vista clavada en mi plato casi vacío como si fuese la cosa más emocionante del mundo mientras podía sentir la mirada de Nick clavada en mí y eso me ponía aún más nerviosa.

-Como sea. -sin más salió tan rápido como entro.

En cuanto pasaron unos minutos más para pasar el rato me levante de mi asiento dirigiéndome al lavavajillas y lavar mi plato. Me despedí de Thomi y le pedí que le avisara a Maddie cuando despertara que me había ido a mi casa y salí lo más rápido que pude.

Una vez que llegué a mi casa alrededor de casi las cuatro de la tarde subí directamente al baño de mi habitación para tomar una ducha porque estábamos en pleno septiembre y el clima no era muy agradable que digamos ya que yo siempre preferí el frio ante el calor.

En cuanto Sali de la ducha me coloque solo unas dragas y un camisón amplio y cómodo y como aún tenía tanto sueño coloque un poco de música por lo bajo hasta que caí dormida tan profundamente.

Alrededor de las nueve de la noche llego mi madre con una caja de pizza la cual devoramos en seguida mientras mirábamos una película de terror, eran mis favoritas porque me emocionaba tanto cada escena en la que pensaba que de repente aparecería algo maligno dañando a todos, aunque también solía gritarles porque todos son estúpidos y siempre suelen ir al lugar que no deberían.

Al rededor de las doce se las once de la noche mi mamá estaba profundamente dormida en el sofá por lo que antes de irme a dormir yo también la moví un poco por el hombro para que despertara y no tuviera que dormir incomoda en el sofá.

-Que descanses mami. -Me despedí de ella con un beso en la mejilla.

-Igual cariño, lindos sueños -Con ello subí a mi habitación a seguir durmiendo como había hecho casi todo el día.