𝑻𝒉𝒊𝒔 𝑺𝒊𝒅𝒆 𝑶𝒇 𝑷𝒂𝒓𝒂𝒅𝒊𝒔𝒆. | 𝗝𝗮𝗱𝗲𝗻 𝗛𝗼𝘀𝘀𝗹𝗲𝗿.

046

New York City.
Jaden's departament.
May 2nd, 2026.
Jaden's POV.

Estaba preparando mis maletas. Esta tarde iría a Los Ángeles, hacía mucho que no iba, para ser exactos desde hace tres años.

Los gritos de Ethan, mi hijo, hicieron que volteara a ver en su dirección. Él venía corriendo con los brazos abiertos, simulando ser un avión.

Cuando llegó a la misma habitación en la que me encontraba lo alcé por los aires y, con él en mi espalda, corrí por toda la casa hasta llegar a la pequeña cocina, donde su madre, mi esposa, se encontraba preparando algo para desayunar. Bajé a Ethan de mi espalda y este siguió corriendo cual avión mientras yo me acerque a mi bella mujer y le di un pequeño beso en la comisura de sus labios, acto seguido de una sonrisa de parte de ella.

— ¿Enserio tienes que marcharte? — Dijo ella haciendo un puchero—

— Sabes que si, cariño —Dije por lo que ella volvió a hacer otro puchero— pero regresaré pronto, lo prometo —Le dediqué una sonrisa sincera—

— ¿Papi tiene que irse? —Dijo Ethan con un poco de tristeza la cual se reflejaba en sus pequeños ojos cafés—

— Papi tiene que irse cariño, pero solo serán unos días, papi no tardará mucho —dije sosteniéndolo en mis brazos— cuando regrese te traeré una bolsa de dulces, pero no se lo digas a mamá.

— Deja de comprar el cariño de tu hijo con dulces Jaden —Dijo ella riendo—

— Terminaré de hacer mi maleta, mi vuelo sale a las 7 pm y no quiero perderlo por no tener mi maleta lista.

Bajé a Ethan de mis brazos, revolví un poco su cabello con mi mano y volví a mi habitación para terminar de empacar.

...

Subí a aquel avión el cual me dirigía a mi destino, un lugar el cual me daba demasiado miedo.

...

Me dirigía a la entrada, donde se encontraba mi viejo amigo, Cooper. Quien me recibió con un gran abrazo.

Desde que decidí irme de Los Ángeles, él había sido el único con el que seguía manteniendo contacto, el único que se quedó cuando caí en el gran abismo.

Cuando le dije que regresaría unos días se ofreció para recogerme y así no tener que tomar un transporte público. Y no, no crean que es porque tengo un gran ego, sino que me daba miedo y me recordaba muchas cosas.

Todo el camino estuvo lleno de preguntas sobre que habíamos hecho en estos últimos años. Yo le conté que tenía un pequeño hijo llamado Ethan que tenía 2 años y que, para su edad, era muy inteligente, sabía hablar y todo lo que decía era completamente entendible, él sabía caminar mejor que cualquier otro niño a su edad.

También le conté que tenía los ojos de ella.

— No sé como pudiste tener un hijo si eres tan joven y tan estúpido —dijo riendo y yo lo fulminé con la mirada—

— Existe algo llamado madurez, pero no creo que realmente sepas su significado —Dije y ahora él me fulminó con la mirada—

— Muy gracioso Hossler —Dijo concentrado en el camino—

...

— Llegamos —Dijo Cooper y le agradecí con una sonrisa—

Bajé del auto y los recuerdos invadieron mi mente por completo.

Había llegado al lugar donde había crecido, donde habían pasado increíbles cosas, pero también terribles.

Bajé mi maleta y me dirigí a aquella puerta, viéndola indeciso.