| šŸ½ | įŽ»įŽŖį¢į¢įŽ½ į“Ļ“įŽ½

5.3K 698 277
                                    


Nos encontrábamos frente a la casa del pelinegro. Mi madre y hermanos ya se habían despedido del chico, pero me quedé atras unos minutos para poder hablar con él.

Aunque Kaori no estaba tan de acuerdo, mi madre tuvo que llevarla a rastras.

¡Bien, ahora es mi momento!. Debo preguntárselo ahora o quizás nunca lo haga.

¡Vamos ___ tu puedes!

─K-Komi-kun, ¿p-podríamos intercambiar contactos?─ dije tratando de que mis palabras no salieran en un tono tan bajo. ─¡si no quieres, no hay problema!, yo solo creí que... Uhg, no importa olvidalo─ dije susurrando las ultimas palabras. ¡___ idiota!, no te eches para atrás cuando ya empezaste.

El chico al parecer se dio cuenta de mi conflicto interno. Sacó su teléfono y lo extendió hacia mí.

Quedé anonadado, pero reaccione rápidamente tomandolo de sus manos mientras le entregaba el mío.

Debati en mi mente sobre sí ponerle una carita feliz al final de mi nombre de contacto, pensara que soy infantil pero... En cerio quiero colocarla.

Al final si la puse. Aunque comenze a arrepentirme hasta que el pelinegro me entregó nuevamente mi teléfono, obligándome a devolverle el suyo.

Se dio la vuelta dispuesto a irse a la entrada de su casa mientras lo veía alejarse lentamente.

─¡N-nos vemos mañana Komi-kun!─ Mierda, creo que lo dije muy alto.

El chico se volteo hacia mí y asintió en señal de despedida.

Dios, el es tan genial.

El chico entró a su casa y yo emprendí mi camino a donde estaba mi familia, quienes me esperaban no muy lejos de donde me encontraba.

─¿y esa sonrisa chico?, supongo que el amor te pego fuerte─ se burló mi madre al verme llegar tan animado.

─mamá, por favor basta─ dije sonrrojandome.

─bien, bien entonces apresuremosnos. Esta empezando a hacer frio─ dijo mientras comenzaba a caminar junto a mis hermanos.

Creo que este día no es tan malo después de todo.

✂- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

─¡Kaori Miyazono, es tu turno!─ grito una enfermera. La chica a mi lado se levantó de su asiento siendo acompañada por sus padres en dirección a la enfermera.

Estaba sentado paseando mis ojos por la sala de espera buscando algo para matar mi aburrimiento. Hikaru y Mako estaban ocupando mi teléfono, así que ocuparlo yo no era una opción. Lidiar con niños aburridos no era algo que me gustaría hacer en este momento.

Sho y Kaori ocupaban el de mi madre, así que tampoco había que preocuparse de ellos. El verdadero problema era Nagi, quien tenía cara de querer matar a alguien.

Intente distraerla sacando algunos de sus juguetes de su bolso y mostrándoselos para ver si mostraba algún interés, pero nada.

Me detuve de pronto cuando escuché mi teléfono sonar, siendo Hikaru quien corrió hacia mí entregándome el aparato.

─nii-chan, están llamando─ dijo saltando nervioso.

Mire la pantalla de mi teléfono con la mínima esperanza de que fuera cierto pelinegro, pero solo era el repartidor de pizzas...

Oh, mierda.

Conteste rápidamente, colocando el teléfono en mi oído.

─Hola uhm... Ya estoy aquí con su pedido─ escuche del otro lado de la línea.

|āƒš™Žš™”š™šš™šš™„š™žš™£š™œ š˜½š™šš™–š™Ŗš™©š™®āƒ| š‘†š’‰š‘œš‘¢š‘ š‘¢š‘˜š‘’ š¾š‘œš‘šš‘– š‘„ š‘†š‘€š‘…Where stories live. Discover now