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Oh no.

No sé que cocinar...

Mierda.

Me encontraba frente a los ingredientes que pude encontrar. Es fin de mes y mi madre todavia no a hecho la compra, asi que no hay mucho con lo que trabajar.

Revise nuevamente en la heladera esperando que algo apareciera mágicamente y para mi suerte, encontré carne de cerdo en el fondo.

Perfecto. Hoy habrá tonkatsu.

Prepare la carne cubriendola con harina y huevo. La empanize con panko y la deje en un plato limpio para comenzar a preparar el aceite.

─nii-chan, apurate. Tengo hambre─ dijo hikaru detrás de mi.

─lo sé, aléjate de la cocina que voy a usar aceite─

─esta bien─ suspiro y se sentó en la mesa, sacando papel y lápices de su mochila.

Coloque el sarten al fuego y vertí el aceite dentro. Espere a que se calentara y metí lentamente la carne dentro.

Espere unos minutos y di vuelta la carne eh...

¿Acaba de caer agua sobre mi cabeza?...

Mire hacia arriba y efectivamente, había una gran mancha húmeda en el techo. Vi como otro gran chorro caía directamente en el sarten.

─¡Carajo!─ grité al sentir como el aceite caliente saltaba sobre mis manos. Apague el fuego y deje el sarten lejos de la gotera.

Sentí como hikaru comenzaba a tirar de mi pantalón mientras lloraba.

─¡Oye, oye. Estoy bien!, tranquilo solo me asusté─ no es cierto, duele más que la pura madre.

En eso llegaron mis hermanos y Komi-kun.

─¡Dijiste la palabra con C!─ exclamó Sho mientras me apuntaba con el dedo.

─¡Callate tonto!─ le gritó Kaori mientras lo golpeaba en la cabeza.

─¡basta los dos!─ les grité. Camine al fregadero y abrí el agua fría, mojando mis manos. Mierda, arden mucho.

─hikaru-nii, ven─ dijo Mako mientras extendía los brazos. El soltó mi pantalón y corrió hacia ella, enterrandose en su hombro.

Kaori vino hacia mí y vio mis manos, que estaban rojas y temblando.

─iré a buscar el botiquín─ dijo mientras salía de la cocina.

Cerré la llave, aún sintiendo el ardor que parecía aumentar a cada segundo.

─Oye Sho, ¿podrías decirle a la vecina de arriba que tiene una fuga, y está callendo en nuestra cocina?─ le dije mientras secaba mis manos.

─¡voy!─ gritó mientras salía.

Mire el sarten y vi como todavía habían pequeñas gotas que saltaban de él. Supongo que ya no podremos comerlo.

Me di la vuelta y vi como Komi-kun me miraba fijamente.

─uhm... ¿Que te parece pedir una pizza?─ dije riendo algo nervioso.

El chico frunció el ceño y camino hacia mí, tomando mis manos. Solté un quejido al sentir lo frías que estaban las suyas.

Kaori volvió con la caja en sus manos, la dejó en la mesa y agarro mi muñeca jalandome hacia ella.

Me sentó en una silla y comenzó a rebuscar en el botiquín.

─¿que sirve para las quemaduras?─ preguntó mientras tomaba algunas cremas y las leía, sólo para volver a meterlas en la caja.

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