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Despierto somnoliento, sintiendo las sábanas, el calor de mi cama y una extraña sensación de que me están observando.

Parpadeo un par de veces tratando de enfocar mi vista, y cuando lo logré, vi al menor de mis hermanos viéndome fijamente.

─Hikaru, ¿Qué estás haciendo?─ Pregunté con la voz ligeramente ronca.

─Mamá me dijo que te despertara─ Levante la sabana, indicando que se recostara junto a mi.

El se subió a mi cama y se acurruco junto a mi.

─¿Y por qué me estabas mirando?─

─Es que tenias una araña en la cara─

¿que?

Pude sentir un enorme escalofrío recorriéndome la espalda.

Me alarmé por completo y comencé a golpearme la cara con las manos desesperadamente.

─¡Ya no está! ¡se fue volando cuando despertaste!─ Gritó tratando de calmarme.

Me quedé quieto unos segundos tratando de pensar en qué clase de araña tenía alas hasta que caí en cuenta de lo que era realmente.

─Hikaru, ¿te refieres a las moscas?─

─No se que es eso─

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─Buenos días mamá─ Dije viendo a mi madre lavando los trastes que dejaron mis hermanos.

─Buenos días cariño, deje tu desayuno sobre la mesa─ Le agradecí rápidamente y me senté a comer.

─Y dime, ¿donde llevarás a tu amigo?─

Procesé la pregunta por unos segundos hasta darme cuenta de que no tenía planes en mente, y que de por sí, ni siquiera lo había invitado aún. 

─uhm… no lo e pensado todavía─ 

─Oh, bueno. Podrías llevarlo al cine o al parque de diversiones… uhm no, es muy común─ dijo mi madre cruzando los brazos. 

─Pero no tengo dinero. Creo que sería mejor ir a un paseo por el parque, la playa o no lo sé, quizás otra cosa─ dije pero mi madre me fulminó con la mirada. 

─¿El parque?, ¿acaso eres un anciano?─ Preguntó con tono de burla ─Y no te preocupes por el dinero, yo me encargo de eso─

─Pero─ Fui interrumpido por un carraspeo de mi madre. 

─Que no te preocupes por eso─

─Bien, lo siento─

Nos quedamos en silencio unos minutos. Yo continúe comiendo y mi madre al parecer aun estaba pensando en el lugar indicado. 

─¡Oh, ya lo sé!, ¿qué tal si lo llevas a un café de gatos?. Y después si quieres lo llevas a un paseo por la playa─ Dijo mi madre mientras golpeaba su puño en la palma de su mano. 

─ Creo que puede ser una buena idea. Aunque tendría que preguntarle si le gustan los gatos o si es alérgico─ 

─Uhm, tienes razón… entonces pregúntale─

─B-bien─

Tomé mi teléfono, abrí el chat y le escribí. 

-𝙱𝚞𝚎𝚗𝚘𝚜 𝚍𝚒́𝚊𝚜 𝙺𝚘𝚖𝚒-𝚔𝚞𝚗. ¿𝚍𝚎 𝚌𝚊𝚜𝚞𝚊𝚕𝚒𝚍𝚊𝚍 𝚝𝚒𝚎𝚗𝚎𝚜 𝚊𝚕𝚐𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚑𝚊𝚌𝚎𝚛 𝚘𝚢?.-

Lo envié rápidamente, hasta que me di cuenta de mi error ortográfico. 

Mierda. 

-𝙷𝚘𝚞*-

|āƒš™Žš™”š™šš™šš™„š™žš™£š™œ š˜½š™šš™–š™Ŗš™©š™®āƒ| š‘†š’‰š‘œš‘¢š‘ š‘¢š‘˜š‘’ š¾š‘œš‘šš‘– š‘„ š‘†š‘€š‘…Donde viven las historias. DescĆŗbrelo ahora