Capítulo 5: Las tradiciones son importantes

4.8K 589 429
                                    

NOTA INICIAL: He vuelto con un nuevo capítulo ;) espero que sea de su agrado. 

──────♛♡♛──────

Una semana había pasado entre ellos, y debido a su conversación anterior, las cosas eran un tanto... incómodas; ambos se estuvieron "ignorando" todo ese tiempo. Se hablaban, si, pero parecía haber un campo de hielo entremedio, que ninguno sabía cómo derretir. Ni aun el diplomático Lan XiChen, caracterizado siempre en buscar el diálogo antes que el conflicto, sabía cómo hacerlo, menos cuando era un poco complicado cuando el otro fue por años su enemigo.

Al menos no se habían enfrascado en otra discusión o pelea entre ellos. Un pequeño alivio entre sus intenciones de mantener la paz y la cuerda lo más floja posible.

No es como si esto último hubiese sido tan sencillo últimamente.

Menos cuando dicha cuerda había parecido reducir más su distancia entre ellos, consecuencia de su discusión, y ahora, de su indiferencia.

Jiang Cheng, luego del incidente de la última noche, parecía no poder despertar sin tener abrazado a su cuerpo al dragón, mismo que pareciera que le devolviera el abrazo. Todas las mañanas se despertaba avergonzado de su accionar, y con un Lan XiChen que no le decía nada, ni siquiera burlas; solo le sonreía y le mencionaba que era la hora del desayuno, nada más.

Le molestaba, pero tampoco hacía algo para remediarlo.

Ahora ambos se encontraban en el silencio incómodo de su oficina compartida, cada uno enfrascado en sus propios papeles, cartas e informes, olvidando por el momento la presencia del otro.

Hasta que una carta fue la que les motivó a comunicarse, una que dejó pálido a Jiang Cheng.

–Oh no... – murmuró el tigre –. Maldita sea... lo olvidé – masculló y llamó la atención de Lan XiChen a su lado.

Jiang Cheng no era de aquellos que reaccionaba de esa forma; no se refería a lo abrasivo, sino más bien a lo asustado. Por lo que causó curiosidad a su esposo.

–¿...Qué olvidaste? – se encontró a sí mismo preguntando, como si esto no hubiera sido lo primero en decirse en días más allá de sus saludos habituales y pautas cuadradas. Ya estaba preparado para que Jiang Cheng lo ignorara y no le respondiera, o hasta que lo hiciera solo para decirle que no era su asunto.

Sin embargo, Jiang Cheng sí respondió. Y como corresponde.

–Se acerca el festival del fin de la cosecha de primavera.

Lan XiChen se rió a su lado; – A-Cheng, falta para el festival. También lo celebramos en Gusu.

–Eso lo sé – gruñó –. Pero por alguna razón fue adelantado.

El dragón frunció el ceño, eso era raro. Pero confiaba en que lo que le decía Jiang Cheng era cierto. El tigre podía ser su esposo a pesar de seguir tratándose como enemigos, pero sabía que jamás le mentiría. Su instinto se lo decía.

–Miraré mi correspondencia – e hizo lo anunciado, buscando entre las pilas de cartas alguna con el emblema de Gusu. Hasta que la encontró. Sin dudar la abrió y leyó el contenido.

Pestañeó –Tienes razón, ha sido adelantada.

–Pues sí, eso te decía – bufó –. Y como no podemos hacer otra cosa, tendremos que ir. Solo que ¿a donde iremos?, ese es el problema.

Jiang Cheng tenía razón, ambos reinos celebraban el mismo festival y en la misma fecha. Si no fuera por la cuerda, cada cual iría a la celebración de su reino, pero la cuerda existía y por lo que no les quedaría de otra que ir al mismo lugar para pasar la festividad.

Una razón para la paz (XiChengFest2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora