02.

425 61 23
                                    

CAPÍTULO DOS
(  o' children  )






Ya pasó un tiempo desde que nos despedimos por última vez.

A mi parecer, tus ojos siempre destacaron del resto. Brillantes y verdes.

Pero ahora, los veía vacíos.

Recuerdo buscarte en ellos pero ya no estabas ahí.

Me mirabas sin pestañear.

Los recuerdos inundaron mi mente. Hermosos recuerdos. Me llevaron de regreso a cuando todo comenzó. Cuando pensaba en ti.

No había ni uno solo que no me hiciera sonreír.

Sólo cielo lo sabe.—dijiste sonriéndome cuando te pregunté si querías bailar conmigo.

Aceptaste mi mano y me acercaste a ti.

Ingenioso, ¿no? Quiero decir... cielo... eso significaba tu nombre. Heaven.

Tu pésimo sentido del humor podría hacerme reír incluso en mis días más oscuros.

Claro que lo sabe.

Sonreí y agarré tu mano.

Puedo vernos bailando en un paraíso nevado.

Tú fuiste la única razón por la que yo fui al Baile de Navidad.

No era tu acompañante, pero bailar conmigo te hizo mía por unos minutos.

Recuerdo pensar que me iba a desmayar gracias a toda la felicidad en mi interior. Nunca me había sentido así. Ni siquiera sabía que era capaz de sentir algo como aquello.

Siempre pensé que el amor no era digno de un alma perdida. Pero ya veo que hasta en los lugares más oscuros se puede encontrar el amor, ¿no?

Con tu partida, la vida es el más oscuro de todos los lugares para estar. Pero aún así con tu ausencia, creo que el amor puede incluso sobrevivir a la muerte.

Y ahí fue cuando una canción sonó.

Era lenta así que te acerque un poco más a mí. Sonreí al escucharte cantar. Jamás había escuchado esa melodía y no esperaba que algún día se llegaría a convertir en mi canción favorita.

Todos a nuestro alrededor bailaban, sin embargo nadie cantaba. 

Sólo tú. Solo tú, Heaven.


O children
Lift up your voice, lift up your voice
Children
Rejoice, rejoice

Hey little train! We are all jumping on
The train that goes to the Kingdom
We're happy, Ma, we're having fun
And the train ain't even left the station


La felicidad que llenaba mi pecho en el momento en que te hice girar mientras cantabas el verso. No me importaba nada más. 

Sólo éramos nosotros dos.

Mi mano en tu cintura y la otra entrelazada con tu mano.

Ni siquiera me daba cuenta de como la gente me miraba al verme de esa manera.

Contigo Heaven, bailar jamás había sido tan divertido.

Cuando la canción estaba llegando a su fin, te acerqué aún más. Dejaste de cantar para perderte en mis ojos y luego me besaste.

Por primera vez, me besaste.

Recuerdo tus suaves labios sobre los míos y cómo mi sonrisa interrumpió nuestro beso. Necesitaba sonreír y sigo sin saber porqué.

Ese era mi recuerdo favorito. Algo tan puro y raro. Algo que no pasa todos los días.

La luz de mi patronus, la pequeña luz en lo profundo de mi ser que todavía brilla.


( . . . )


Todas las noches pongo el mismo disco. Esperando desesperadamente que suene nuestra canción. Tan pronto como comienza, cierro los ojos, sin saber cómo sentirme y dejó que los recuerdos inunden mi mente.

Me llevan de vuelta a cuando todo empezó.

Cuando pienso en ti, no hay nada que no me haga sonreír. Espero que sientas lo mismo cuando piensas en mí, donde sea que estés ahora.

Todas las noches escucho la misma canción.

Los siete minutos completos hasta que llega el quinto, luego doy tres vueltas a la piedrita que tengo en la mano, esperando a que llegues.

Y ahí estás, hermosa como siempre, agarrando mi mano y cantando nuestra canción. Nuestra más dulce melodía que cuenta nuestros pensamientos más tristes.

Así que aquí estoy, no del todo solo, bailando con tu fantasma.


DANCING WITH YOUR GHOST | Draco MalfoyWhere stories live. Discover now