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CAPÍTULO CUATRO
(  all the small things  )






¿Cuánto tiempo vas, Draco?—preguntaste de repente cuando nos sentamos en la biblioteca.

Sonreí por el simple hecho de que me conocías mejor que nadie. Ni siquiera tenía que decirte algo, porque con solo mirarme me leías la mente.

Aproximadamente 5 segundos, creo.

Arqueaste una ceja sonriendo y tocaste mi brazo suavemente.—¿Asustado, pequeño príncipe de Slytherin?—bromeaste.

No me llames así, Lucifer.—pedí en el mismo tono que tú.

Jadeaste como si fuera la cosa más hiriente que alguien te dijo.—¡No te atrevas a llamarme así!—me dijiste con una sonrisa torcida.

Me hiciste olvidar que estaba contando los segundos entre el trueno y el relámpago. Me hiciste olvidar mi miedo. Sabías que disfrutaba la tranquilidad y los truenos me alteraban.

Una tormenta era todo lo que no quería ser pero lamentablemente lo era. Ruidoso, brusco, amenazador, salvaje y alguien de no fiar para los ojos del resto.

Oh, vamos Draco. La vida no se trata de esperar a que pase la tormenta. Se trata de bailar bajo la lluvia. Deja de contar, deja de pensar y empieza a vivir.

Eso era lo que siempre me susurrabas.

No pude evitar sonreír. Tú y tus sabias palabras, mi amor, me persiguen todas las noches desde que te fuiste.


( . . . )


¿Hablas en serio? ¿De verdad acabas de decir que no te conozco, Draco? Bien, ahora déjame decirte algo -

Heaven, no quise decirlo de esa manera.—murmuré al darme cuenta del error que había cometido.

¿Cómo podía decirle eso a la única persona que realmente entiende quién me gustaría ser?

Estos últimos meses fueron muy difíciles, entre tener que reparar el armario evanescente y aparentar no saber nada sobre los mortífagos, mi salud comenzó a decaer.

No lo dije en serio. Estaba cansado y quería estar solo pero sabía que nunca me dejarías estarlo, pase lo que pase. 

No. Tú me escucharás a mí, Draco. Primero, probablemente soy la única persona en todo el mundo que te ama por lo que eres y no por lo que finges ser. Probablemente soy la única persona que sabe que te encanta la noche porque el silencio es lo que más necesitas. Te fascina leer, tocas el piano cuando necesitas ordenar tus pensamientos, pasamos horas riendo solo porque tu risa es la forma más pura en la que puedes experimentar la felicidad. Te encanta pasar tiempo en tu jardín cuidando tus plantas para que puedas usarlas en tus pociones. Sé que le tienes miedo a las criaturas mágicas, también sé que que con tu madre siempre beben té en su mansión por las tardes y hablan sobre cómo será tu vida. Ella te hace feliz porque nunca mencionó la magia oscura que te acompaña desde que naciste, Malfoy. Te hace creer en una vida después de esta guerra. En una vida en la que puedas ser tú mismo sin que otros te manipulen.

Me dejaste sin palabras, así que seguiste hablando hasta que tuve que decirte algo.

Sé muy bien que oliste mi perfume en tu Amortentia la semana pasada. ¿Cómo puedes ser tan arrogante conmigo desde entonces? Te conozco, Draco. Así que no me vengas con esa actitud que le muestras a los demás. No puedo soportarlo. Háblame cuando estás molesto. Háblame cuando estés feliz. Simplemente... háblame.

D-dijiste que me amas.

Buscaba ayuda para salir de esta situación, así que solo podía sonreír. Nunca me lo habías dicho, mi amor. La discusión que habíamos tenido hace unos minutos se volvió insignificante.

¿Eso fue todo lo que escuchaste mientras te hablaba durante 3 minutos?

Me acerqué a ti. Y acariciando tu rostro, te besé como nunca antes lo había hecho. La pasión dentro de mí me hizo olvidar los tiempos en los que vivimos. Me hizo olvidar quién soy y qué se supone que debo hacer.

Amaba ese sentimiento y cuando lo pienso solo quiero sentirlo por siempre.

Pero la sensación se desvaneció tan pronto como te vi tendida en el suelo.

Sangrando por todo tu cuerpo con nada más que amor por mí en tus ojos. Esta agradable sensación se desvaneció y un vacío entró en mi cuerpo del aún no logró deshacerme.

Te amo, Heaven. Sabes que lo hago, nunca lo olvides.

La sonrisa en tu rostro me indico que logré hacer feliz a alguien con lo que sentía. Soy importante en este mundo. Como todos los que son felices al amar, yo era importante.


( . . . )


Presente.

¿Te acuerdas de esa noche, verdad?

Tu cabeza descansa sobre mi hombro.

Estamos bailando una vez más mientras esperaba recibir una respuesta de tu parte. Te veías igual, sonabas igual, pero eras otra persona.

Cuando me hablaba era como si alguien más hubiera escrito las palabras en tus labios.

Al amar, resulta paradójico que dos seres se vuelvan uno y a la vez sigan siendo dos.


DANCING WITH YOUR GHOST | Draco MalfoyWhere stories live. Discover now