DANCING WITH YOUR GHOST | Draco Malfoy

09.

CAPÍTULO NUEVE
(  about dying while living  )

Presente.

—Estoy tan feliz de que hagamos esto, Draco.—me dijiste mientras me arreglaba mi camisa y guardaba mi varita.—No tienes que tener miedo, amor. Nadie puede verme. Recuerda que siempre estaré a tu lado.

Yo no respondí. Seguía sin estar del todo seguro de si eso era lo correcto; llevarte conmigo a donde sea que vaya. Probablemente me distraerías del trabajo.

Tengo que admitir que estaba nervioso ya que sería la primera vez que verías lo que hago desde que te fuiste. Me preguntaba qué pensarías de mi trabajo como sanador en el Hospital de Enfermedades y Heridas Mágicas de San Mungo.

Creo que probablemente estarías muy orgulloso de mí, amor. Sin embargo, tu fantasma no me dijo nada, algo que me dolió en lo más profundo de mi ser. Solo necesitaba tu reconocimiento. Tus palabras motivándome de que estaba haciendo bien al tratar de hacer algo con mi vida.

Obviamente, no sabías que decidí conseguir este trabajo por ti, Heaven. Pensaba que tal vez, si hubiese sabido todo el conocimiento que ahora tengo, podría haberte salvado y todavía estarías aquí.

Desde que trabajo como sanador, mi padre casi nunca volvió a hablarme. Cree que soy un fracaso; una vergüenza para la familia Malfoy. Nunca quiso saber porqué hice todo esto; no le importaba en lo absoluto.

A diferencia de mi madre, quién todavía estaba cuando la necesitaba; no me lo confirmo pero creo que ser parte de la razón por la que se divorció de mi padre. Su amor por mí era demasiado fuerte como para escucharlo presionarme. La amaba aún mas por eso.

Cuando le dije que era importante darle a las personas una segunda oportunidad de vida, se sintió muy orgullosa.

Quería que más personas sean como yo; que sientan esa felicidad que nunca volví a tener cuando sus seres queridos regresarán a casa. Es algo que llenaba mi alma destrozada, pieza por pieza; cuando me abrazaban llenos de alegría porque logré salvarlos se sentía bien.

Pero por muy hermoso que sea, el trabajo también tenía sus lados oscuros. Ver a algunos pacientes morir, ser parte de la razón por la que ya no vuelvan a respirar, verlos sufrir. Me recuerda a cuando te vi así y a veces pienso que ya no puedo hacer esto.

Nunca le presté tanta atención a mi madre como cuando me dijo:—Lo que nos hace llorar nos llevará a la gracia.

Después de todo lo que hemos pasado, ella me devolvió un poco alegría. Con sólo recordar esa frase y todos mis pensamientos negativos se desvanecían.

De camino al trabajo, no nos hablamos. Fue extraño ya que no estaba acostumbrado a tu silencio. Siempre tenías algo que decir.

—¿Todo bien, Longbottom?

Vi que Neville se subió al ascensor; me di cuenta que cuando dijiste que solamente yo podía verte, hablabas en serio ya que el chico no pareció notar tu presencia. Algo que me hizo sonreír levemente.

—Igual que todos los días, Malfoy. Aún hay mucha gente que bromea con plantas mágicas y yo tengo que deshacerme de su vómito y esas cosas. No me malinterpretes, me encanta mi trabajo, pero siempre es lo mismo. Cuando me convertí en sanador para intoxicaciones de plantas mágicas esperaba que fuera más peligroso y aventurero, ¿sabes?

—Bueno, estoy seguro de que no quieres tener mi trabajo. Mueren más personas de las que puedo salvar cada día, a causa de hechizos y maldiciones. Me encantaría cambiar de trabajo contigo solo por un día.

Neville rio antes de cambiar de tema.—¿Cómo están mis padres? ¿Hubo progreso? No pasé por tu departamento en bastante tiempo. Y-yo no puedo verlos.

No pudo mirarme a los ojos por el medio que tenía por mi respuesta. Desde que mi tía torturó hasta la locura a sus padres con la maldición Cruciatus, están medio vivos medio muertos. Estaban descansando en mi departamento hasta su último respiro. Era horrible ver a ese chico así. Dejando de lado las burlas que alguna le dije, desde que me cambiaste Heaven y empezamos a conocernos, fue el momento en que me di cuenta de mis errores.

—Lamento decirte esto, Neville, pero no. Siguen igual; sin embargo, sabes que probablemente nunca haya un progreso, ¿verdad?

No debería tener esperanzas cuando no las hay. Tenía que ser honesto. El chico asintió saliendo del ascensor cuando la puerta de su piso se abrió.

—Neville es el mejor ejemplo que hay.—dijiste repentinamente a mi lado.—La muerte no es la mayor pérdida en esta vida, amor. La mayor pérdida es lo que muere dentro de nosotros mientras aún seguimos vivos.

—¿Quieres decir que él es el que se está muriendo por dentro o sus padres?—pregunté sin saber lo que querías decirme.

—Neville. Sus padres. Tú, Draco. Puedo verlo en todos ustedes.

Cerré los ojos pensando en lo que acabas de decir. Tenías razón, Heaven. Como siempre la tuviste.