1. La casa llave

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¿Cómo empezar desde el principio? Cierto, contando lo más básico para darles un pequeño contexto de cómo fue que llegué a tener esta vida tan alocada, peligrosa, oscura, excitante pero sobre todo emocionante y llena de amor

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¿Cómo empezar desde el principio? Cierto, contando lo más básico para darles un pequeño contexto de cómo fue que llegué a tener esta vida tan alocada, peligrosa, oscura, excitante pero sobre todo emocionante y llena de amor.

Mi nombre es Madison Stone, y tengo 17 años. Físicamente soy alta, de tez blanca, una linda nariz, labios gruesos, y también soy pelirroja natural, una suertuda pelirroja. Creo en mí, lo hago bastante. Yo pienso que soy una persona atractiva, y claro, ¿Por qué no? Ser pelirroja natural es lo que está de moda.

Prosigamos; ahora, les haré un breve resumen de lo que a pasado en mi vida los últimos años y todo lo que tuvo que pasar para estar en esta situación.

Mi mamá y yo fuimos muy unidas desde que tengo memoria, siempre fuimos ella y yo, el que se supone que tiene que ser mi papá abandono a mi mamá cuando supo que estaba embarazada, haciendo que lo aborreciera, mamá dijo que él no merecía que lo aborreciera, pero simplemente me es imposible, por su culpa no tuve una figura paterna, y por su culpa mamá luchó contra todo para darme la mejor vida que pudo.

Cuando tenía como ocho años mamá se hizo muy amiga de Rendell Locke y Nina Locke, su esposa. Desde entonces nos hicimos muy apegados a ellos, a mí me presentaron con sus hijos recién que se conocieron y nos hicimos amigos, Tyler Locke y Kinsey Locke, años después nació el pequeño Bode Locke. Tyler mi mejor amigo de toda la vida, y Kinsey, así me gusta decirlo por qué fueron mis primeros amigos y los únicos que he tenido, Bode es como mi hermanito menor. En verdad los quiero mucho a los tres. O a toda la familia Locke mejor dicho.

Cuando tenía aproximadamente diez años a mamá le diagnosticaron cáncer de pulmón, fue la primer peor noticia que tuve en mi vida, después les contaré la segunda. Todo el proceso fue fatal, llorar se había vuelto una costumbre, era como el tomar agua todos los días. Siempre lloraba a solas, no me gustaba ver decaída a mamá por mi llanto. Aunque algunas veces no podíamos evitar las lágrimas y el sentimiento, y entonces llorábamos frente a la otra mientras nos abrazábamos y ella acariciaba mi cabello.

Cuando tenía once mamá.. murió.

Yo no lo sabía; pero si alguna vez ella hiciera falta en mi vida como ahora, los Locke cuidarían de mi. Prácticamente me quedaría a cargo de ellos.

Todo ese período fue muy difícil. Esos momentos serán inolvidables. Aún recuerdo todas las veces en las que lloraba en mi habitación durante horas, sin querer abrirle a nadie, sin querer comer, e incluso dormir. En pocas palabras; yo era un desastre.

Y como una familia siempre está contigo en las buenas y en las malas; los Locke estuvieron conmigo en todo momento y me ayudaron a salir de todo ese dolor que me hacía pequeño el corazón. Los Locke fueron mi salvación, y es algo que siempre les agradeceré.

Una cosa que mamá y yo amábamos hacer juntas; era tomarnos fotos juntas, a mamá siempre le fascino, por lo que ella me heredó ese interés y fascinación por la fotografía. Y por supuesto tenemos muchísimas fotos juntas, y algunos vídeos, cosa que agradezco inmensamente.

Locke & Key © | Gabe y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora